A un año de la muerte del general José Bernales

José Alejandro Bernales.

Exactamente hace un año, las agencias reportaron una noticia urgente: un helicóptero había caído en el centro de Ciudad de Panamá, a los pocos minutos se confirmaron datos que transformaron ese lejano accidente en quizás el hecho que más conmovió a Chile durante 2008.

En la nave SAN-100 del Estado panameño no soportó años de uso y un piloto sin experiencia, combinación fatal que terminó con la vida de José Alejandro Bernales, entonces general director de Carabineros.

Junto a él murieron también su esposa, Teresa Bianchini; el comandante Oscar Tapia, su esposa Carolina Reyes Cruz; Ricardo Orozco Ugalde, también comandante de la policía uniformada, y el capitán Mauricio Fuenzalida.

La congoja inundó desde la Presidenta hasta anónimos ciudadanos que salieron al encuentro de su ataúd, el ahora llamado "general del pueblo" logró construir una imagen atípica para un uniformado de su rango.

Su cercanía con la gente, su lenguaje claro y explícito y -sobre todo- su enérgica respuesta ante la delincuencia hicieron que se ganara un respeto poco conocido por sus antecesores.

El funeral de Bernales y su comitiva, al cumplirse los tres días de duelo nacional que decretó el Gobierno, se transformó en otro hecho que revolucionó la vida de Chile, con calles nuevamente repletas de personas que salieron a despedirlo.

Ahora, el caso sigue ventilándose en esferas judiciales y diplomáticas, a raíz de las solicitudes de reparación que hicieron las familias de los seis chilenos muertos en el accidente, así como los descendientes de los cinco panameños que completaron la nómina de 11 víctimas.