El Ejecutivo envió el proyecto al Congreso con su propuesta de 3,7 por ciento.
Los empleados públicos convocaron a un paro nacional de 48 horas.
La última reunión entre la mesa de los empleados públicos y el Gobierno finalizó sin lograr acuerdo en el reajuste salarial del sector.
Si bien el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, subió la oferta de 3,7 a 4,2 por ciento nominal, los representantes de los trabajadores la consideraron insuficiente, pues en el inicio de la negociación habían solicitado un 8,9 por ciento.
El secretario de Estado sostuvo que al no haber acercamientos con los gremios, se mantuvo la propuesta original del Gobierno, la cual se envió en la noche del lunes al Congreso para su discusión palamentaria.
Por su parte, el presidente de la CUT, Arturo Martínez, sostuvo que todas las apuestas están echadas al Parlamento, donde esperan conseguir el apoyo de los congresistas para zanjar una cifra de reajuste más elevada.
"La medida se tomó porque teníamos una distancia que veíamos que no se podía salvar, entonces era más difícil seguir en reuniones donde avanzábamos demasiado poco y el Gobierno nos dijo que estaba complicado para seguir avanzando", señaló.
En paralelo a la negociación legislativa en el Congreso, los gremios del sector público convocaron a una jornada de paros y movilizaciones de 48 horas en protesta por el incremento de 3,7 por ciento en los salarios que contempla el proyecto del Gobierno.
