Dirigentes estudiantiles destacaron la amplia convocatoria, cifrándola en 200.000.
Magisterio pidió la renuncia de Joaquín Lavín.
Sin embargo, desmanes empañaron el término de la jornada.
Con la multitudinaria presencia de más de 100 mil personas en la Alameda se desarrolló la marcha nacional convocada por la Confech y el Colegio de Profesores entre otros organismos para protestar por una reforma educacional de calidad.
La jornada come
nzó en la Plaza Baquedano, donde se congregó el grueso de los manifestantes, quienes desde las 11:00 horas iniciaron el periplo por la principal arteria capitalina.
La marcha fue encabezada por figuras como Camila Vallejo, presidenta de la Fech; Giorgio Jackson, titular de la Feuc; y Jaime Gajardo, cabeza del Colegio de Profesores, quien sostuvo que pedirán la renuncia de Joaquín Lavín al Ministerio de Educación.
"Si no hay cambios y el ministro sigue administrando con los mismos criterios hasta ahora el conflicto, haremos una campaña para que se vaya de vacaciones", expresó Gajardo.
Por su parte, Carabineros informó en la génesis de la manifestación de la detención de 13 estudiantes secundarios por el porte de bombas molotov.
"Periciados estos elementos por el Gope precisaron que son elementos incendiarios listos para ser utilizados, se detectaron bombas incendiarias más elementos químicos para ser utilizados como bombas de ruido", indicó el mayor Juan Estay.
En Valparaíso, se hicieron presentes 30 mil personas en la Plaza O'Higgins, a un costado del Congreso, liderados por universitarios y representantes de la CUT y la Anef. Lo mismo ocurrió en Concepción, donde se manifestaron 10 mil personas.
Protestas empañaron la jornada
Cuando la vanguardia de la marcha se hacia presente en Plaza Los Héroes, un grupo de cerca de 100 personas intentó saquear un supermercado, una farmacia y una tienda de celulares en Alameda con Manuel Rodríguez, lo que obligó a intervenir a Carabineros.
Frente a esto, los organizadores de la actividad dieron por terminada la jornada, mientras las bombas lacrimógenas hacían dispersar a la mayoría de los participantes, quienes se manifestaban en forma tranquila.
Entre los hechos, destacó el ataque con fierros y piedras de un grupo de cerca de 50 personas contra cinco efectivos policiales, que resultaron lesionados.
