Un tiro en la cabeza y otro en el abdomen le causaron la muerte a Mohamed Merah.
El Instituto Médico Legal de Burdeos está a cargo de las pericias correspondientes.
Los primeros antecedentes de la autopsia practicada al cuerpo de Mohamed Merah, autor confeso de siete asesinatos en los últimos días en el área de Toulouse (sur de Francia), revelan que murió a consecuencia de dos disparos, uno en la cabeza y otro en el abdomen, aunque recibió varios más.
Según informó este viernes la edición digital del diario Le Parisien, el cuerpo del presunto terrorista, que reivindicó las matanzas en nombre de Al Qaeda, fue "acribillado a balazos" por las fuerzas de elite de la Policía francesa.
Uno de los disparos que acabaron con su vida alcanzó a Merah en el la parte izquierda de su la cabeza, mientras que el otro "atravesó el abdomen, entrando por el flanco derecho y saliendo por el izquierdo", según fuentes judiciales citadas por el medio.
Las mismas fuentes indicaron que los investigadores que le practicaron la autopsia durante el pasado jueves, en Burdeos (suroeste) ignoran cuál de esos dos disparos acabó con la vida del terrorista confeso.
Otras fuentes consultadas por ese diario revelaron que Merah, francés de origen argelino de 23 años, recibió al menos veinte impactos de bala, la mayoría de ellos en los brazos y en las piernas, mientras se encontraba "de espaldas".
El joven estaba aún vivo cuando llegó al balcón del primer piso del que se precipitó al final de la intervención, tras pasar 32 horas atrincherado en su departamento, ubicado en una zona residencial de Tolouse.
El cuerpo del presunto terrorista sigue en las dependencias del Instituto Médico-Legal de Burdeos, para practicarle análisis complementarios, especialmente toxicológicos.
