Benedicto XVI: Pueden haber algunos casos justificados de uso de preservativo
El Pontífice sorprende con esa declaración en un libro-entrevista a su persona.
Además, dijo que los casos de pederastia en la Iglesia no lo sorprendieron "del todo".
El Pontífice sorprende con esa declaración en un libro-entrevista a su persona.
Además, dijo que los casos de pederastia en la Iglesia no lo sorprendieron "del todo".
Benedicto XVI considera que en algunos casos el uso del preservativo está justificado, pero insiste en que no es la "verdadera" manera para combatir el sida, ya que es necesaria una "humanización de la sexualidad".
El Papa así lo ha manifestado en el libro-entrevista "La luz del mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre Benedicto XVI", del escritor Peter Seewald, que saldrá a las librerías el 23 de noviembre y del que hoy ha publicado un resumen el diario vaticano "L'Osservatore Romano".
En el libro, dividido en 18 capítulos y de 284 páginas, preguntado por la sexualidad, el Papa Ratzinger dice que "concentrarse sólo" en el preservativo significa "trivializar" la sexualidad y que esa "trivialización" hace que muchas personas no vean en la sexualidad la expresión del amor, "sino sólo una especie de droga, que se suministran a sí mismos."
"Pueden haber algunos casos justificado (del uso del condón), por ejemplo cuando una prostituta utiliza un profiláctico. Ello puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad, consciente de que todo no está permitido y no se puede hacer todo lo que uno quiere", afirma.
Benedicto XVI agrega que de todas las maneras, el uso del preservativo "no es la verdadera manera para combatir el sida, ya que es necesaria una humanización de la sexualidad".
Casos de curas pederastas
Benedicto XVI también es preguntado en el libro sobre los casos de curas pederastas y señala que no le pillaron "del todo" por sorpresa, ya que cuando estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocupó de los ocurridos en EE.UU. y después comenzaron a salir los de Irlanda.
"Pero la dimensión de los mismo si me supuso un shock enorme", asegura el Papa, que recuerda que ya en 2006 -un año después de ser elegido Pontífice- pidió a los obispos irlandeses que "sacaran a la luz lo ocurrido y que tomaran toda las medidas para evitar que se repitieran en el futuro.
"Ver al sacerdocio manchado de esa manera y con ello a toda la Iglesia Católica ha sido difícil de soportar", subraya en el libro.