Cardenal Errázuriz a las víctimas de Karadima: "Yo, de verdad, les pido perdón"

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Autor: Cooperativa.cl

Indicó que sus excusas son “por el sufrimiento que les causé sin quererlo”.

Consideró que el obispo Arteaga no actuó encubridoramente cuando aconsejó suspender la investigación.

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El cardenal Francisco Javier Errázuriz pidió perdón, por primera vez, a las víctimas de abuso sexual del sacerdote Fernando Karadima, "por el sufrimiento que les causé sin quererlo".

"ImagenYo pensé que a nombre de la Iglesia quienes tenían que pedir perdón eran el presidente de la Conferencia Episcopal, o el arzobispo de Santiago o toda la asamblea de la Conferencia Episcopal, y lo han hecho, y a eso adhiero con todo el alma", señaló Errázuriz en una entrevista concedida a El Mercurio.

"Hace bastante tiempo estoy convencido de la culpabilidad del padre Karadima y de la verdad de los que dieron su testimonio. Después de eso yo pensé: ¿acaso estuvo mal que yo quisiera estar seguro de que eran verdaderas acusaciones? Creo que era un deber mío y era un deber por el derecho canónico., Y en ese sentido, yo no podía pedir perdón por cumplir ese deber", indicó el cardenal.

"Pero desde luego, lo que ellos sufrieron yo realimente no lo quise. Me ha estremecido el sufrimiento de ellos; es muy doloroso verlos hablar de estos temas o leer sus testimonios. Por el sufrimiento que les causé sin quererlo, yo, de verdad, les pido perdón", destacó el arzobispo emérito de Santiago.

Responsabilidad de Arteaga

El cardenal Errázuriz consideró que el obispo Andrés Arteaga no actuó de manera encubridora cuando le aconsejó suspender la investigación a Karadima en 2005.

"Yo creo que él quiso ser transparente. Yo no creo que los obispos me hayan querido engañar de ninguna manera", indicó el cardenal.

"Yo creo que él no quisiera hablar mal de nadie nunca. Y menos hacer leña del árbol caído. No creo que se haya propuesto no decirme algo que pudiese haber sabido" , añadió.

"Pero sin lugar a dudas, de los peores delitos, nadie fue testigo. Creo que algunos de los cercanos a Karadima pueden haber exculpado algunas cosas menores que pueden haber visto, creyendo que se trataba de signos de cariño o de una persona anciana, quizás un poco 'chocha', como un abuelo, etcétera, pero vistas hoy, demuestran inclinaciones", destacó.

"Encubrimiento conciente creo que no hubo. Pero sí hubo cosas que se veían, que debieron habérselas dicho al obispo, o a él mismo", sentenció.

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