Los directivos del holding fueron encontrados culpables por delitos tributarios.
Con esto se revierte la absolución otorgada a los involucrados en 2008.
La sala penal de la Corte Suprema dictó sentencia para los cinco altos directivos del holding Inverlink en su arista tributaria, siendo condenados a pagar 3.266 millones de pesos como indemnización.
Esto, lu
ego que el máximo tribunal encontrara culpables a Eduardo Monasterio Lara, Enzo Bertinelli Villagra, Ignacio Wulf, Pablo Schaffhauser y Patricio Rojas Reyes por presentar "declaraciones de impuestos maliciosamente incompletas o falsas".
Además, recibieron una pena de 541 días de presidio con el beneficio de la libertad vigilada.
La Corte Suprema sostuvo que los involucrados sabían desde 1997 de la índole de todas las operaciones financieras, por lo que querían descartar el pago impositivo al Fisco.
"Esto es muy importante en las funciones que tienen los órganos públicos como la Superintendencia para controlar todo esto, todas las operaciones generan rentas y hay que declararlas", sostuvo el magistrado Hugo Dolmech.
Con esto se echa pie atrás a la medida del juez Patricio Villarroel, quien en 2008 absolvió a todos los protagonistas, instancia que había sido ratificada por la Corte de Apelaciones.
"En esto hay distintas opiniones, no es como una operación matemática que dos más dos son cuatro, aquí la opinión de la Corte Suprema difiere de la mía y de la Corte de Apelaciones, ellos son el organismo superior y que hay que acatar", expresó Villarroel.
El magistrado, quien seguirá adelante con la investigación, explicó que "es una causa tremendamente complicada porque son 39 empresas las que tenía el grupo empresarial Inverlink, de manera que hay que ver que operaciones realizaba cada una de las empresas, ese es el problema".
El robo de documentos a Corfo
El caso se remonta a febrero de 2003, cuando el holding fue acusado de vender en el mercado de capitales documentos a plazo sustraídos desde la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), cuyo monto superaba los 100 millones de dólares (equivalentes a 79 mil millones de pesos a dicha fecha).
El hecho salió a la luz luego que se conociera la trasgresión del correo electrónico del entonces presidente del Banco Central, Carlos Massad, por parte de su entonces secretaria, Pamela Andrada, y el gerente general de Inverlink, Enzo Bertinelli.
