Primer vicario de la Solidaridad recibirá la medalla 75 Años de Radio Cooperativa para la institución.
Recordó el cariño popular por Sergio Valech como un "premio a la consecuencia".
Cristián Precht, quien fuera el primer vicario de la Solidaridad en 1976, consideró que diarios como El Mercurio y La Segunda deberían pedir perdón por las cosas que publicaron durante la dictadura.
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Falta mucho perdón. Yo no he leído, por ignorancia mía, que El Mercurio y La Segunda pidan perdón, y dijeron cosas atroces en ese tiempo y creo que no se les puede echar la culpa nomás de que ese fue un periodista, no, no, no", por lo que "hay que predicar con el ejemplo" y reconocer cada uno sus responsabilidades.
"Necesitamos conversar mucho", sostuvo Precht en Una Nueva Mañana, "hasta que logremos asumirlo bien,. Y conversarlo no es agredirnos, sino que es reconocernos y eso le hace bien a un país si quiere tener futuro, porque sino vamos a vivir siempre enfrentados, como si estuvieran pasando las cosas ayer que ya pasaron hace treinta y tantos años".
En materia de derechos humanos, Precht indicó que el país tiene una deuda pendiente con lo presos de las cárceles y con el pueblo mapuche, "que lucha por sus reivindicaciones", y se manifestó de acuerdo con entregar beneficios a presos de la dictadura de larga data.
"Nos hace muy mal en un pueblo para el futuro que vivamos en una lucha a muerte, con venganza", sostuvo, señalando que el respaldo a los derechos humanos no es contradictorio con entregar esos beneficios.
Precht recibe este martes a nombre de la Vicaría de la Solidaridad la medalla 75 Años de Radio Cooperativa, por lo que recordó al recientemente fallecido Sergio Valech, quien recogería la distinción.
Era "un hombre muy quitado de bulla, le gustaban los segundos planos" y "esto de verlo en primera línea con el respeto de todo el mundo, verlo llegar rodeado de pobladores al cementerio, me impresioné y me emocioné".
Esto, porque "es el premio a la consecuencia, este hombre fue tremendamente consecuente y cuando hacía las cosas, las hacía en serio, como el tiempo en que estuvo en la Vicaría", con una gran capacidad de compasión, "y eso la gente lo siente".
