La Dirección del Trabajo endureció su política de multas a empresas infractoras, ya que desde ahora aplicará siempre el máximo legal existente, eliminando las atenuantes.
Según consignó el organismo, se busca estimular el cumplimiento de la normativa laboral, por lo que se recalificaron las multas laborales generales aumentando sustancialmente las gravísimas.
La directora del Trabajo, María Cecilia Sánchez, argumentó que "los atenuantes eran algo que internamente nosotros nos habíamos interpuesto como aquel que cumplía y tenía buena conducta laboral, pero hoy reformulamos eso y no hay atenuantes cuando no hay una multa".
"Dentro de los parámetros cambiamos la gravedad de la multa: ahora la mayoría son gravísimas y aplicamos el mayor monto de la multa", agregó.
Así, la falta del registro de control de asistencia que permite el respeto de la jornada del trabajador y sus horas extras, pasó de ser una falta grave a gravísima, por lo que la sanción -que partía de 15 UTM con atenuantes (585.315 pesos)- pasará a 40 UTM (1.560.840 pesos).
Bruno Baranda, subsecretario del Trabajo, apuntó que "la idea central es que sean sanciones que duelan, que impliquen inhibición de las conductas infraccionales a los derechos y obligaciones laborales y lo que se ha hecho es ir al máximo de las multas legales y disminuir las facultades para aplicar atenuantes".
Durante el 2011, la Dirección del Trabajo ha realizado 100.000 fiscalizaciones, cursando multas por más de 30 mil millones de pesos, centrando su foco en sectores como comercio, industria y la banca.