Entre 45 y 60 días se estima que podría posponerse la entrega del Liceo de Aplicación tras el incendio que el viernes afectó a sus dependencias, y que destruyó parte de las obras de reconstrucción. Sin embargo, autoridades del recinto, apoderados y alumnos piden desde ya un esfuerzo adicional para que el recinto pueda ser entregado en marzo y se inicie en él el año escolar de 2012.
El director del liceo, Antonio Pacheco, recordó que desde 2008 los alumnos no están asistiendo a clases en el recinto de calle Ricardo Cumming, en la comuna de Santiago, ya que el derrumbe de un subterráneo y el posterior terremoto de 2010 impusieron la necesidad de refaccionar por completo el inmueble.
Añadió que las condiciones en las que están actualmente los estudiantes, haciendo clases en la Universidad de la República, son malas, de hacinamiento, y por eso pidió a la constructora encargada que se esfuerce por mantener la fecha de entrega original, prevista para mediados de marzo.
"A primera vista, lo que yo creo que corresponde es que la misma empresa apure la ejecución de las obras, no sé si contratando a más gente, pero velando por que el plazo de vuelta a clases sea el 14 de marzo. Estamos hablando de dos meses y medio más. Yo no soy técnico en materias de construcción, pero si la empresa está a cargo de este colegio, me imagino que hay grados de responsabilidad en ello", dijo el docente.
En un sentido similar se han manifestado los apoderados y estudiantes del colegio: Alvaro Fernández, presidente del Centro de Alumnos, reconoció que el incendio del viernes ha generado un fuerte impacto en la comunidad: "Emocionalmente nos chocó bastante, ya que desde el 2008 estamos esperando y el año pasado, después de una movilización de dos semanas, recién se nos dio la garantía de que se iba a hacer la reconstrucción", señaló.
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El alcalde Pablo Zalaquett dijo que los daños son demasiados como para pensar en la posibilidad señalada. (Foto: UPI) |
Visiones discrepantes
El concejal de la comuna Pedro García (DC) apuntó a que "el total de salas de clase (en el establecimiento) es 54, y las salas dañadas serían 10 u 11". En este sentido, "con un esfuerzo mayor pueden ser reparadas y estar semi habilitadas para que, por último, en el resto de las salas se inicien las clases" en marzo.
Esta posibilidad es echada por tierra por el alcalde Pablo Zalaquett, que indicó que la cantidad de salas en buen estado no es suficiente para empezar las clases en la fecha prevista, pero sólo a mediados de enero, tras una evaluación de ingenieros y de la empresa, se podrá saber con certeza cuánto durará el retraso.
"Se entenderá que cuando se ha quemado un pabellón completo con 12 salas, que no solamente vuelven a un estado peor al que tenían antes de empezar la reconstrucción, sino que hay que reparar todo lo que se había ya mejorado y está absolutamente mojado y el entretecho lo mismo, hay que fortalecer la estructura; es decir, estamos en fojas menos dos, y eso significa que esto va a tomar un tiempo", dijo.
En este momento "hay muchas salas dañadas y no tenemos salas de clases para partir" en marzo, concluyó.