Pese a la decisión de la comisión política de Renovación Nacional de retrasar el debate del proyecto que elimina el número 120 de la Constitución referido al número de la Cámara Baja, lo que es visto como un primer paso para cambiar el sistema binominal, los parlamentarios disidentes del partido -entre ellos Nicolás Monckeberg, presidente de la Cámara de Diputados- decidieron seguir adelante.
Monckeberg insistió en que la directiva de Carlos Larraín no tiene la facultad de fijar la tabla, por lo que el proyecto de reforma, sí será visto por la sala los primeros días de julio.
"Yo tengo peticiones específicas de varios comités parlamentarios que me han solicitado, que tan pronto exista el primer espacio, para que se discuta y se vote el proyecto que elimina el número 120 de la Constitución, sea colocado en la tabla", dijo.
El presidente de la Cámara Baja aseguró que "el ánimo en general del parlamento es que este tema se discuta y se resuelva".
El parlamentario fue uno de los que participó en la redacción del proyecto, por lo tanto considera que se trata de un cambio "positivo", y aseguró que cuando le "corresponda emitir su voto, evidentemente lo voy a respaldar".
En la misma línea se manifestó el diputado Pedro Browne (RN), quien también adelantó que "sí" apoyará el proyecto, tras considerar que "es un tema que no cambia en nada sustancialmente nuestro sistema político, lo único que hace es ordenar la Constitución".