El País defendió publicación de fotos de la fiesta de Berlusconi
Las imágenes muestran "su deriva autoritaria", argumentó el diario español.
"Bajo Berlusconi, la libertad de expresión se encuentra amenazada", setenció.
Las imágenes muestran "su deriva autoritaria", argumentó el diario español.
"Bajo Berlusconi, la libertad de expresión se encuentra amenazada", setenció.
El diario español El País justificó la publicación de las fotos de una fiesta en una propiedad del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en la que aparecen personas desnudas y en la que se presume hubo mujeres menores de edad, algo que derivó en una dura pugna pública ente el premier y su esposa, quien pidió el divorcio.
"Que no se equivoque Silvio Berlusconi: es la prensa democrática la que respeta su intimidad y él quien no deja de ponerla en entredicho. Porque la publicación de las fotografías de sus fiestas privadas no obedece a ningún intento de enjuiciar su moral como ciudadano, sino al propósito de demostrar que él, como primer ministro, está intentando convertir el espacio de la política democrática en una simple prolongación de sus relaciones de amistad y de sus entretenimientos", afirmó el medio en su editorial de este viernes.
Para el diario, "eso es exactamente lo que, según sus propias declaraciones, ha hecho al elaborar las sucesivas listas electorales de su partido e, incluso, a la hora de asignar responsabilidades de gobierno".
"Y otro tanto cabe decir del uso de las facilidades que el Estado pone a disposición del primer ministro para cumplir con sus responsabilidades institucionales. Transportar invitados a fiestas privadas no es tarea de los aviones oficiales, poco importa a estos efectos que se trate de bailarinas o presentadoras de televisión. Y el hecho de que el primer ministro hiciera aprobar en 2008 una ley que abría los vuelos de Estado a cualquier acompañante no le ofrece una cobertura jurídica, sino que evidencia un flagrante abuso de poder", agrega el artículo.
El País publicó el pasado jueves las imágenes, obtenidas por el fotógrafo Antonello Zappadu, entre 2007 y enero de 2009, en la Villa Certosa, y las que intentó vender a la revista Panorama, vinculada a los medios de Berlusconi.
"Recurriendo a la confusión entre los intereses públicos y privados, Berlusconi ha intentado, además, desacreditar a ciudadanos que, como su propia mujer, estaban en condiciones de corroborar las denuncias".
"Ese género de presiones son la prueba de que, bajo Berlusconi, la libertad de expresión se encuentra amenazada. La fiscalía italiana ha secuestrado, por otra parte, la totalidad del archivo del fotógrafo que captó las imágenes", remató El País.