Este viernes se conmemora el ataque a la mutualista judía de Buenos Aires.
"No nos podemos permitir perder la esperanza ni la fuerza", afirmó el vocero Luis Czyzewski.
Dolor y esperanza son las palabras que se repiten entre los familiares de las víctimas del ataque del 16 de julio de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que cobró 85 vidas, en pleno Buenos Aires.
Este aniversario, además, no tendrá el habitual acto central que la comunidad judía realiza frente al edificio de calle Pasteur 633 -lugar del atentado-, pues fue suspendido ante el avance de la influenza humana en el país vecino.
"La sensación que tiene la comunidad judía argentina es que no se ha logrado absolutamente nada, se presume que no se ha hecho absolutamente nada", relató a Cooperativa Mario Averbuch, uno de los voceros de los familiares y padre de Yanina, quien tenía 20 años al momento del ataque.
Averbuch destacó de todas formas el "nuevo impulso que dio la Corte Suprema" al reabrir el caso en mayo pasado, aunque cree por ahora "no hay ningún tipo de posibilidades que esto esté resuelto a corto plazo, porque ni siquiera está resuelto lo que se va a hacer".
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| Este año, la situación sanitaria en Argentina no permitirá un acto masivo en recuerdo de las víctimas. |
"Seguimos peleando"
Los reclamos de los familiares apuntan principalmente a la falta de responsables en la "conexión local" del ataque, que busca determinar el máximo tribunal argentino después que 22 personas acusadas de complicidad con los terroristas fueran absueltas en 2004.
Luis Czyzewski, también miembro de la Agrupación Familiares y Amigos de las víctimas del Atentado de la AMIA, señaló que "lo que hay es una sensación de frustración, (porque) ya son demasiados años que han pasado y la lucha que tenemos los familiares no dio el resultado que hubiésemos deseado".
No obstante, en conversación con Cooperativa también se mostró optimista con en los avances de la "conexión internacional" del caso, que grafica en "el involucramiento de las principales autoridades de entonces de la República Islámica de Irán en la elaboración y financiación del atentado, y del grupo terrorista Hizbulá en la ejecución".
En palabras de Czyzewski, quien perdió a su hija Paola hace ya 15 años, "no nos podemos permitir perder la esperanza ni perder la fuerza, y por eso seguimos peleando".
