La entidad que administra el testamento del científico sueco inventor de la dinamita admitió que "no realiza un trabajo lo suficientemente bueno en lo que se refiere a la ética de sus inversiones".
La fundación Nobel utiliza gestoras de capital que poseen inversiones en empresas que fabrican bombas atómicas o realizan exploraciones petrolíferas en el subsuelo marino del Sahara Occidental, según informa la revista especializada Norwatch, que ha analizado las cuentas de la entidad.
La Fundación Nobel es la administradora legal del testamento del científico sueco e inventor de la dinamita, Alfred Nobel, que en 1895 donó sus bienes para recompensar los avances de la ciencia, el arte o la paz.
El capital, de 3.000 millones de coronas suecas (317 millones euros), financia los premios Nobel, dotados cada uno con 10 millones de coronas (un millón de euros).
La institución gestiona esta herencia a través de compañías como la estadounidense T Rowe Price, que posee inversiones en empresas armamentísticas y petroquímicas.
T Rowe Price gestiona o es propietaria de acciones en las compañías norteamericanas Lockheed Martin, Allian Techsystems, Speciality Defense Systems (SDS), Oshkosh Truck, General Dynamics, Honeywell International, que producen componentes para la fabricación de bombas de racimo y cohetes atómicos, según la citada fuente.
El organismo también tiene intereses en la empresa Myriad Genetics, a la que el ganador del Nobel de medicina británico John Sulston, acusó de sacar provecho de sus patentes en dos genes esenciales para el estudio del cáncer de mama.
El director económico de la Fundación Nobel, Ake Altéus, declaró que las gestoras no están sujetas a ninguna instrucción ética.
El secretario del Comité Nobel de la Paz, el noruego Geir Lundestad, reconoció que la Fundación "no realiza un trabajo lo suficientemente bueno en lo que se refiere a la ética de sus inversiones".
"Me gustaría tener una política más clara. Hemos tratado el tema varias veces pero no llegamos a ninguna parte solos", dijo Lundestad a la citada revista.
Además, la Fundación, a través de las gestoras, habría invertido en las petroleras Total y Kerr McGee, acusadas de apoyar el régimen militar de Birmania y la ocupación del Sahara occidental, respectivamente, y las compañías mineras Newmont Mining, Lihir Gold o Meridian Gold, envueltas en conflictos civiles en pueblos de Asia y América Latina. (EFE)
