Libelo fue calificado como un gesto inamistoso por Chile, indicó el canciller peruano.
En tanto, el ministro de Defensa de García dijo que a nuestro país "no le va a quedar otra" que aceptar que existió espionaje.
El canciller peruano José Antonio García Belaúnde afirmó que la política peruana hacia Chile experimentó cambios después que Chile calificara a la demanda marítima ante La Haya como un gesto inamistoso al país.
En conversación con Radio Programas del Perú, el canciller señaló que en los últimos tiempos, Mariano Fernández "insistió mucho en que no podía tener una relación política normal con el Perú porque había presentado la demanda ante la Corte".
Lamentó que una vez planteada la demanda ante la Haya, Chile sólo haya estado dispuesto a conversar temas económicos y comerciales, y ya no haya disposición para discusión política.
"Las cuerdas separadas dejaron de existir en el momento que Chile insistió en que la demanda del Perú era un gesto inamistoso y no permitía hacer trabajos políticos", añadió Belaúnde.
El ministro de Defensa peruano, Rafael Rey, señaló al mismo medio que con los antecedentes sobre la mesa del espionaje del suboficial Víctor Ariza Mendoza, a Chile "no le va a quedar otra" que reconocer los hechos.
"Ahora, que se les ha entregado estos elementos de juicio, con lo que además la comunidad internacional va a poder certificar, no le va a quedar otra que decir bueno, el Gobierno no está comprometido pero esto lamentablemente, aquí efectivamente es evidente que ha habido actos que son repudiables", dijo Rey.
Según estimó el funcionario, "ojalá que lo reconozcan por el propio bien de Chile y de las relaciones entre Perú y Chile".
