Varias asociaciones religiosas se sumaron este martes al nutrido grupo de quienes se oponen a que Miami albergue el mayor casino del mundo, y que se impulse la construcción de otros grandes centros de juego al estilo de los de Las Vegas.
La Conferencia Católica de Florida, la Convención Baptista de Florida y la Acción Familiar de Florida argumentaron que el juego atrapa especialmente a los pobres y advirtieron que va acompañado de "prostitución, adicciones, quiebras, suicidios y otros problemas sociales".
Estos grupos son los últimos en pronunciarse sobre una polémica que lleva semanas protagonizando debates públicos en una ciudad que se encuentra en una encrucijada: seguir combatiendo la crisis y desempleo a base de recortes de gastos o apostar por convertirse en un nuevo Las Vegas.
Una propuesta legislativa, que previsiblemente será votada a comienzos de 2012, pretende dar vía libre a la construcción en Miami y sus alrededores de tres gigantescos casinos al estilo de los que han hecho mundialmente famosa a la excéntrica ciudad de Nevada.
Concretamente la normativa sólo autorizaría los casinos que impliquen la inversión de más de 2.000 millones de dólares (más de un billón de pesos).
Construcción espectacularEl más espectacular proyecto que hay sobre la mesa es el del grupo malasio Genting, que compró terrenos en pleno centro de la ciudad con la intención de crear allí el mayor casino del mundo, con 8.500 tragamonedas y más espacio para mesas de juego que el que ofrecen los tres mayores casinos de Las Vegas juntos.
El complejo crearía 100.000 empleos, supondría una inversión de 3.800 millones de dólares (1,9 billón de pesos), aportaría 600 millones de dólares (más de 301.100 millones de pesos) anuales en impuestos y ofrecería 5.200 habitaciones de hotel, 1.000 apartamentos y 50 bares y restaurantes.