El presidente de Irán volvió a proponer que Israel tenga un territorio "en Europa, en Estados Unidos, Canadá o Alaska", para que deje el Medio Oriente.
El ultraconservador mandatario de Irán, Mahmud Ahmadineyad, calificó como un "mito" el Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial y consideró que se debe terminar con éste y sus efectos sobre Medio Oriente, materializados en la opresión del pueblo palestino.
El líder islámico reiteró que si el mundo occidental respalda a Israel por una suerte de culpa, debería permitir que este estado se instale en Europa o Estados Unidos, y pagar así su responsabilidad.
En un multitudinario mitin en la provincia meridional de Sistán-Beluchistán, el controvertido presidente insistió en su desafío a la comunidad internacional y recalcó que su país no retrocederá ni un ápice en sus ambiciones nucleares.
"Ellos han creado un mito en nombre del Holocausto judío y los consideran por encima de Dios, la religión y los profetas", afirmó Ahmadineyad en la ciudad de Zahedan, cercana a la frontera con Afganistán.
El presidente de Irán espetó al mundo occidental y señaló: "Si ustedes perpetran este gran crimen, entonces ¿por qué obligan a los oprimidos palestinos a pagar el precio? Deben ser ustedes los que asuman la responsabilidad".
"Esta es nuestra propuesta: entréguenles una parte de su propia tierra en Europa, en Estados Unidos, Canadá o Alaska, donde los judíos puedan establecer su país", insistió.
El presidente iraní ya lanzó esta propuesta la semana pasada, durante la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica, celebrada en Arabia Saudí.
El lunes 12 de diciembre volvió a expresar sus dudas sobre la existencia del Holocausto y sugirió que, de existir, debían ser los europeos y estadounidenses los que se hicieran cargo de Israel.
Su diatriba contra el Estado hebreo arrancó el pasado octubre, cuando retomó la idea del ayatolá Rujolah Jomeini, fundador de la República Islámica de Irán, y parafraseó su descripción de Israel como "un tumor canceroso que debe ser erradicado".
Sus palabras cosecharon la reprobación de la comunidad internacional y propiciaron que Israel amenazara con iniciar los trámites para pedir la expulsión de Irán de Naciones Unidas (ONU).
En su alocución, Ahmadineyad también insistió en la política de confrontación respecto a las aspiraciones nucleares de su país.
"Estén seguros de que no recularemos ni un ápice en cuanto a la defensa de nuestros legítimos derechos en materia nuclear", afirmó Ahmadineyad durante el discurso. (EFE)
