El accidente aéreo cobró la vida de 21 personas, entre ellos el animador Felipe Camiroaga.
Hoy la justicia militar indaga errores en el procedimiento de vuelo y posibles responsables.
El 2 de septiembre, el CASA 212 de la FACh se perdió de los radares cuando viajaba desde Santiago hacia el archipiélago de Juan Fernández con 21 personas en su interior.
Ese mismo día, las autoridades confirmaron que se trataba de un accidente y detallaron que en el interior del avión viajaban cinco funcionarios de TVN, entre ellos Felipe Camiroaga; seis miembros de Desafío Levantemos Chile, incluido su líder Felipe Cubillos; dos funcionarias del Consejo de la Cultura; y ocho miembros de la Fuerza Aérea.
El frontis del canal público se convirtió en el centro del peregrinaje de las miles de personas que expresaron su pena por la desaparición del conductor del matinal "Buenos Días a Todos".
En el archipiélago las labores de rescate eran difíciles, no se tenía la certeza del lugar donde había caído el avión, pero de inmediato se desplegó un gran número de rescatistas para materializar la búsqueda.
La Operación Loreto ya estaba en marcha. El sábado se encontraron cuatro cuerpos y al final de la jornada el Gobierno confirmó que no había sobrevivientes, noticia que hizo explotar en llanto a medio país.
Los siguientes días el número de cuerpos rescatados disminuyó, hasta una semana después cuando el Gobierno confirmó el hallazgo de cinco restos más, entre ellos, el animador Felipe Camiroaga y el director de Desafío Levantemos Chile, Felipe Cubillos.
Tras estos hallazgos comenzaron los funerales de las víctimas, enfocando la atención en las despedidas de Camiroaga y Cubillos.
La Operación Loreto continuaba cuando cobró la vida de una nueva persona, se trataba del cabo primero de la FACh Manuel Vera quien fue alcanzado por la hélice de un helicóptero cuando voluntariamente ayudaba en las labores de rescate.
Investigación militar
En medio del luto, la Corte Marcial instruyó al fiscal militar Juan Cristóbal Mera para investigar las circunstancias del vuelo, centrándose en el clima del archipiélago y la cantidad de combustible con la que habían realizado el vuelo. Posteriormente surgirían críticas a las capacidades del sargento Juan Pablo Mallea, el copiloto del CASA 212.
Al día de hoy continúan las investigaciones para determinar responsabilidades e intentar descubrir qué fue lo que sucedió con el avión, en tanto, aún siguen en calidad de desaparecidos cinco pasajeros: Rodrigo Cabezón, Romina Irarrázabal, José Cifuentes, Flavio Oliva y Eduardo Estrada.
