En una votación dividida, la Cuarta Sala del máximo tribunal determinó que la explicitación de la orientación sexual de Karen Atala atenta contra el normal desarrollo de las menores.
Por tres votos contra dos, la Cuarta Sala de la Corte Suprema resolvió que las tres hijas de la jueza de Garantía de Los Andes, Karen Atala, quien hizo pública su condición de lesbiana, queden definitivamente bajo la tuición de su padre. El dictamen afirma que el hecho de que la magistrada conviva con su pareja impide que las tres niñas tengan un normal desarrollo.
"Se resolvió acoger el recurso de queja y disponer la entrega de las menores a su padre", informó el presidente de la sala, José Benquis, quien junto al ministro Orlando Alvarez estuvo por mantener la determinación de la Corte de Apelaciones de Temuco, que le entregó la tuición de las menores, de cinco, seis y nueve años, a Atala.
Por acoger el recurso de queja que presentó la defensa del progenitor, Jaime López, defensor público de la Araucanía y ex esposo de la magistrada Atala, estuvieron los magistrados Urbano Marín, Jorge Medina y José Luis Pérez.
El fallo reconoce que hubo un abuso del tribunal de alzada de la Novea Región cuando consideró que la decisión de Atala, de reconocer su homosexualidad y vivir con una pareja, no atentaba contra el bienestar de las infantes. Según la Cuarta Sala de la Suprema, la determinación de explicitar su condición sexual es algo que sólo atañe a la persona que lo realiza, y no es un hecho reprobable, pero en este caso se interpusieron los intereses de la madre por sobre los de la niñas, al iniciar un convivencia en el mismo hogar con su pareja.
Este hecho, consideró el tribunal, afecta el normal desarrollo de las tres hijas del matrimonio que formaron Atala y López.
Las tres hijas de la jueza Karen Atala estaban bajo custodia de su padre, mientras se resolvía el fondo del recurso.
Alfonso Morgado, abogado del padre de las menores, dijo estar "plenamente satisfecho, puesto que la demanda (por la tuición) en un principio, y con posterioridad el pertinente recurso de queja, tenía por objeto específico, exclusivo, cautelar por intereses de tres niñas".
Para el jurista, "por su edad", las tres menores son "esencialmente vulnerables, desde la perspectiva de la necesidad de que se desarrollen, se eduquen, crezcan, se conozcan a sí mismas y conozcan su entorno en un medio distinto del cual les ofrecía su madre".
