Los asistentes al Movistar Arena se encandilaron con 50 años de música.
El canadiense demostró por qué es uno de los grandes artistas de la historia.
Su aparición en escena marcó la pauta en lo que sería una de las jornadas más mágicas del año; Paul Anka cantando "Diana" y "You are my destiny" en medio del público, rodeado de seguidoras que alzaban sus manos para tocar a su ídolo.
Y es que la presentación del canadiense fue de una contundencia tal, que las cerca de 15.000 personas que repletaron el Movistar Arena, entre ellas Andrea Tessa, Leonardo Farkas, Marta Larraechea y el director del Festival de Viña del Mar, Claudio Vukovic, pudieron constatar la total vigencia de un artista que lleva sobre sus hombros 50 años de la mejor música de todos los tiempos.
Paul Anka demostró que es el crooner por excelencia, participativo con su público, pasando de la intimidad de un dueto virtual con Sammy Davis Jr. a la energía de "New York, New York" y "Twist and Shout" de The Beatles.
El cantante de 68 años hizo gala de una contundencia vocal y prestancia sobre el escenario que le permitieron hacer un repaso por sus cerca de 126 discos editados y ratificar que sigue vigente a punta de éxitos.
En 150 minutos interpretó cerca de 30 temas, donde destacaron las versiones swing de "Smell like teen spirit" y "Jump", la calidez de "My way" y "Let me try again", para despedirse de la mano de su esposa y graficar en su tercera presentación en Chile que sigue siendo un señor de la música.
