El economista e investigador de la Fundación Sol Marco Kremerman evaluó críticamente en Cooperativa el análisis realizado por el Gobierno respecto de los "resultados preliminares" de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), que mostró una disminución de la pobreza en general en Chile entre el año 2009 y 2011.
"Lo que efectivamente cae es la extrema pobreza, es decir, todas aquellas personas que en Chile están viviendo con menos de 36 mil pesos al mes en zonas urbanas", dijo Kremerman, recordando que en nuestro país "el límite para ser pobre o no estadísticamente es de 72 mil pesos" al mes.
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El estudio implica "una crítica al modelo, que genera mucha riqueza, pero ésta no llega a toda la población", dijo el experto. |
Sin embargo, "el gran problema tiene que ver con la pobreza no indigente, porque en el nivel de ingresos que tiene Chile -donde nos acercamos a un PIB por persona ajustado por poder de compra superior a los 17 mil dólares- uno esperaría que estuviéramos discutiendo de otras cosas: de que las personas consiguen buenos trabajos y a través de esos trabajos pueden salir de la pobreza, pero aquí nos encontramos que la situación de las personas que están en pobreza no indigente se mantiene o aumenta levemente, de un 11,4 a un 11,6 por ciento", lo que dice relación con la mala calidad del empleo.
"Efectivamente tenemos un número importante de empleos creados en esta administración -688 mil-, sin embargo, cerca del 85 por ciento son empleos de servicio doméstico, familiar no remunerado, por cuenta propia o asalariado con contrato, pero tercerizado, que es bastante inestable y con condiciones mucho más precarias que las de los trabajadores contratados directamente", explicó Kremerman.
"También llama la atención que cuando se menciona que las mujeres son el objeto principal de este aumento de empleo -373 mil nuevos empleos- la situación es más grave, porque el 98,6 por ciento de esos empleos están bajo las características que mencioné anteriormente", apuntó el economista.
Línea de la pobrezaA juicio del especialista, los resultados de los que da cuenta la Casen 2011 implican que "hay una discusión que el país tiene que hacer y no puede seguir evadiendo: la línea de la pobreza en Chile está construida en base a patrones de consumo del año 1987, por la Encuesta de Presupuestos Familiares de ese año".
"La realidad ha cambiado profundamente, la economía chilena ha crecido bastante en este tiempo y para poder llegar a fin de mes no hay los mismos estándares que hace 20 ó 25 años", dijo Kremerman, resaltando además que "en Chile la educación y la salud no son gratuitas y no existen ciertos derechos básicos garantizados, lo que hace que el costo de la vida sea aún más caro".
El experto recordó que el propio "ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el año 2008 publicó un estudio muy interesante donde recomendó actualizar estos patrones de consumo, y con ello la línea de la pobreza aumentaba en torno al 30 por ciento".
La línea de la pobreza "debería ubicarse actualmente por lo menos en 92, 93 mil pesos. Nosotros estamos trabajando en actualizar esa línea de la pobreza, y el valor debería ser incluso un poco más alto", explicó.
"Crítica al modelo"Otro eje de análisis que emerge de esta encuesta es que "la pobreza está disminuyendo a tasas muy lentas, mientras la economía, el PIB entre 2009 y 2011, cuando se toma esta encuesta, creció 11,3 por ciento, y la pobreza sólo se redujo un 4,3 por ciento".
Más aún, "si uno compara la Casen del 2006, un año de no crisis, contra el 2011, el PIB en Chile crece un 21 por ciento y la pobreza aumenta un 3,6 por ciento, pasando de 13,9 (2006) a 14,4", señaló.
"Aquí también hay una crítica al modelo, al sistema que Chile ha llevado a cabo: un sistema que genera mucha riqueza, pero que no está llegando a toda la población, no se está distribuyendo bien y está dejando en situación de vulnerabilidad a muchas familias", sentenció Marco Kremerman.