El jefe del servicio de cirugía del Hospital "Luis Calvo Mackenna", Francisco Ossandón, calificó como exitosa la primera parte de la operación de las siamesas de Loncoche, aunque explicó que tendrán secuelas tras su separación definitiva.
Durante la jornada del jueves se desarrolló una intervención para separar las extremidades inferiores de las menores María Paz y María José Paredes Navarrete desde el talón hasta la cadera en uno de sus lados, lo que resultó de forma satisfactoria.
"Estas niñas tienen malformaciones muy graves y secuelas van a tener. Sus extremidades son más cortas las que separamos que las extremidades normales, por lo tanto siempre tendrán que usar prótesis", afirmó el médico.
Las lactantes se encuentran en óptimas condiciones de salud tras la maratónica intervención que se extendió por cerca de nueve horas y ahora tendrán que esperar hasta diciembre cuando se desarrolle la operación para separar su tórax y abdomen.
La madre de las lactantes, Jessica Navarrete, se mostró feliz por el resultado de la intervención.
"Fue un éxito y quería agradecer a toda esa gente que oró por mis hijas, que cree en Dios, muchas gracias a los donantes de sangre, llegó mucha gente, así que estoy muy agradecida de todos. Estoy muy feliz, tengo muchas emociones", afirmó.