El Presidente Piñera volvió a pedir "unidad" en medio de las críticas opositoras.
Manifestaciones contra la lenta reconstrucción marcaron la jornada en Concepción.
Con misas, ceremonias simbólicas y manifestaciones a lo largo del país, miles de chilenos conmemoraron la madrugada de este domingo el quinto terremoto más grande la historia, que hace un año dejó 523 muertos, 24 desaparecidos y más de 800 mil damnificados.
A las 03:34 horas, múltiples ceremonias en toda la zona centro-sur del país dieron paso a momentos emotivos como el abrazo entre vecinos y personal de Bomberos en la comuna de Maipú, mientras miles de personas compartían sus experiencias a través de las redes sociales.
La atención se concentró en las regiones del Maule y el Biobío, las más afectadas por la tragedia, con protestas en ciudades como Concepción y Constitución ante la falta de soluciones para los damnificados.
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| Decenas de personas instalaron velas en el edificio Alto Río, uno de los símbolos de la tragedia. (Foto: UPI) |
En Cobquecura, epicentro del sismo del 27 de febrero pasado, el Presidente Sebastián Piñera dio un discurso de 17 minutos en que aseguró que el Gobierno no ha olvidado a los damnificados, en medio de las críticas de la oposición por la lentitud en el proceso de reconstrucción.
"Hoy día son tiempos de unidad y no de división, de grandeza y no de pequeñeces", afirmó Piñera, que terminó el acto entonando el himno nacional junto a los asistentes.
Además, Piñera señaló -tal como había adelantado la ministra de Vivienda, Magdalena Matte- que su Gobierno espera entregar la totalidad de las soluciones habitacionales a mediados de 2012.
Críticas y protestasLos dirigentes de la Concertación -que optaron por conmemorar la tragedia en una vigilia junto a pobladores en Dichato- replicaron, en voz del presidente del PS Osvaldo Andrade, que el Ejecutivo debe concentrarse en llevar adelante una reconstrucción "sin trucherías".
En Concepción, la tarde del sábado cerca de 3.000 personas que vestían de negro y portaban banderas del mismo color recorrieron el centro para protestar por el retraso en la construcción de las viviendas destruidas, al igual que otras 300 en Constitución.
Los damnificados de los pueblos del litoral central se oponen a que las autoridades expropien sus terrenos y les prohíban, por motivos de seguridad, la reconstrucción de sus viviendas.
También critican el retraso en la adopción de soluciones y la falta de participación en la toma de decisiones, advirtiendo que los terrenos pueden ser vendidos a empresas constructoras para "hacer negocio" con la tragedia.
