El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) dijo "lamentar y repudiar" la forma en que la organización del Festival de Viña del Mar y los humoristas Oscar Gangas y Mauricio Flores abordaron al mundo gay en sus rutinas cómicas.
En un comunicado, la organización no gubernamental (ONG) criticó que "la producción junto a humoristas no hubiesen ideado fórmulas para que los chistes sobre homosexualidad fueran efectivamente rutinas que lejos de reírse 'de' los gays, garantizaran reírse 'con' los gays y con toda la población".
Además, el Movilh recalcó que "la producción del Festival si censuró, de acuerdo a Calle 13, el baile de una mujeres vestidas monjas, por ser un 'show familiar y televisado', reparo no expresado a la hora de referirse con groserías a la población homosexual".
"Esta diferencia de trato demuestra por sí solas, que la producción del Festival si resguardó la integridad de un grupo de personas, pero de otras, unas de las más vulnerables en Chile, no, lo que es repudiable", subrayó.
Otros saben jugar con la ironía
El grupo enfatizó también que "en escasas oportunidades se ha pronunciado sobre el humor con relatos homosexuales que abundan en la televisión o en otros espacios, pues muchos de ellos no resultan ofensivos".
"Saben jugar con la ironía, donde el chiste se burla más bien de la discriminación o de la homofobia, pero no sobre personas en razón en su orientación sexual. Ello no ha ocurrido con las rutinas del Festival de Viña del Mar", agregó.
Para algunos homosexuales lo visto en la Quinta Vergara no resultó ofensivo, reconoció el Movilh, pero "para otro gran porcentaje sí lo fue".
"Mauricio Flores ha pedido disculpas a la comunidad homosexual. Gangas ha explicado que, a su juicio, su rutina, era incluso a favor de las personas gays. Estas explicaciones demuestran por sí solas que ellos saben que se desenvolvieron en una línea delicada, donde personas pudieron sentirse ofendidas, lo que efectivamente ocurrió y ello, resulta lamentable", concluyó la entidad.