Aseguró que "no se trata de ser fríos" sino que de "ser humanos".
Llamó en Cooperativa a dejar de lado la religión y legislar pensando en "la realidad".
Karen Espíndola, a quien se le rechazó la solicitud de aborto terapéutico en 2008, comentó que lo único que se quiere busca la despenalización de la práctica, que se vota este martes en el Congreso, es que la mujer tenga "la opción de elegir".
Espíndola explicó a Una Nueva Mañana que "nosotros que estamos a favor del aborto terapéutico, no somos contrarios a la vida. Estamos a favor de una vida, pero como he dicho siempre: una vida vivida con dignidad".
"Esto no se trata de ser frío. Esto se trata de ser humano, de ver a tu hijo sufriendo por todo lo que pasó", sentenció. Osvaldo, su hijo, falleció en julio de 2011 a causa del padecimiento de tretaplejia, microcefalia, graves problemas hormonales, epilepsia y desnutrición crónica.
En consideración de tales condiciones, Espíndola también advirtió que "si estamos legislando no podemos meter la religión entre medio. Tenemos que legislar en base a casos reales", como lo acontecido con Osvaldo o "las miles de otras madres chilenas" que viven algo similar.
Espíndola se manifestará en las afueras del Congreso junto a la agrupación Miles por la interrupción legal del embarazo. El colectivo defiende la práctica en torno a tres causales: violación, riesgo de vida de la madre y malformaciones incompatibles con la vida.
Por esto es que queremos "la opción a elegir. Que una, como mujer con derechos, con su conciencia, en sus creencias, en su racionalidad, elija. A lo mejor, las personas que creen en Dios, que no creen en esto, ellos no lo van a hacer. Nadie los está obligando, pero es la opción a decidir sobre un embarazo incompatible con la vida".
