El cuerpo de Jorge Selarón fue hallado con quemaduras en Río de Janeiro.
Artista había denunciado ser víctima de amenazas
El pintor y ceramista chileno Jorge Selarón fue encontrado muerto este jueves en la escalera del Convento de Santa Teresa en la localidad de Lapa, en Río de Janeiro Brasil, lugar en el cual tenía un pequeño estudio de trabajo.
Según la policía del lugar, el cuerpo del artista de 65 años habría sido hallado carbonizado, por lo que se supuso inicialmente que el deceso fue producto de un suicidio, sin embargo, posteriormente se le evidenciaron marcas de quemaduras, por lo cual se desconoce la causa oficial de su muerte.
En tanto, el medio brasilero Globo señaló que durante una entrevista, Selaron denunció haber sido amenazado por un ex empleado de su estudio. Sergio Paulo Rabello, cuyo hermano y sobrino fueron detenidos por su implicación en el tráfico de drogas en la región, habría amenazado con apuñalar al artista en dos ocasiones con el fin de obligarlo a entregar la venta de sus pinturas.
En tanto un amigo del artista que atestiguó al mismo medio, que Selarón había estado muy deprimido desde que recibió las amenazas y que desde hace más de un mes, el pintor vivía encerrado en su casa.
Su obra
Selarón se instaló en Río de Janeiro a comienzos de los años 90 y por iniciativa propia, comenzó a decorar con azulejos de colores vivos las escaleras de la calle Manoel Carneiro, que une el barrio de Lapa y Santa Teresa, considerados como los dos barrios más bohemios de la ciudad.
La obra de Selarón se ha convertido en uno de los principales lugares turísticos de Río de Janeiro y es considerada un patrimonio de la ciudad de Río de Janeiro desde 2005.
El artista chileno sustituía a menudo muchos de los azulejos que decoran los 127 peldaños de la escalera y, con el tiempo, fue incorporando piezas cerámicas procedentes de ciudades de todo el mundo que él mismo fue comprando en sus viajes o que regalaron los turistas que visitaban las escaleras.
El chileno solía entablar conversación con los turistas a diario en la escalera, donde fijó su residencia y su taller de cerámica, en el que vendía azulejos
El sitio donde fue encontrado se había convertido en uno de los atractivos de Río de Janeiro en la década de 1990, cuando el pintor decidió instalarse en Lapa e instalar las baldosas en la escalera. El efecto visual comenzó a atraer a gente de todo el mundo, y el artista vendía sus cuadros allí.
