Guachacas recordaron a Roberto Parra al son de la cueca y una misa

A 10 años de la muerte de Roberto Parra, sus seguidores lo recordaron en el bar La Piojera al son de las cuecas choras y con una misa que tuvo lugar en la Recoleta Domínica.

El populoso bar fue el sitio escogido para hacer entrega de manera póstuma de la medalla Pablo Neruda que se le concedió al folclorista, distinción que su viuda Catalina Rojas recibió de manos del ministro de Cultura, José Weinstein.

Catalina Rojas efectuó un llamado para "que se rinda justicia y se conozca más" el legado del autor de la "Negra Ester" y el jazz guachaca, porque según dijo "hay más de cien cuadernos inéditos con obras de Roberto Parra".

En tanto el músico Cuti Aste, que integró "La regia orquesta", encargada de musicalizar el célebre montaje teatral, destacó que las letras del "Tío Roberto" podían "hablar de las cosas más terribles como que a un tipo lo acuchillaron, o que a otro lo mataron, o que estuvo preso, pero siempre con mucho humor".

Los homenajes a Roberto Parra Sandoval seguirán en los próximos meses, porque para septiembre está programadazo el lanzamiento de un libro y un disco con material que Alvaro Henríquez registró durante el tiempo que compartió con el fallecido folclorista.