El director fue uno de los amigos más cercanos del fallecido escritor colombiano.
El Nobel de Literatura escribió en 1986 un libro sobre una visita clandestina del director a Chile.
El escritor publicó un libro sobre Miguel Littín en 1986.
Uno de los chilenos más cercano a Gabriel García Márquez fue el director de cine Miguel Littín, quien conoció al escritor en 1974 en Francia y desde ahí formaron una amistad que duró hasta los últimos días de vida del Premio Nobel.
Su cercanía llevó a que García Márquez publicara en 1986 el libro "La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile", que retrata la visita clandestina realizada por el director de cine después de 12 años en el exilio.
En conversación con Cooperativa, Littín afirmó que a pocas horas de la muerte del escritor, recuerda "su imagen de alegría de vivir y su generosidad, su forma de compartir la fama y los triunfos con todos. La forma con la que él amaba a la gente, era feliz cuando sabía que la gente era feliz leyendo sus libros".
"Tuve la suerte de ser un amigo muy cercano, cosa que le voy a agradecer siempre a la vida", expresó el director, además de decir que "fue un hombre visionario, alguien que inventaba un mundo mejor todos los días. La visión del niño, que es el pequeño Dios, que va reinventando la naturaleza, haciendo que los ríos fluyan con más fuerza. La vida en definitiva".
Asimismo, afirmó que "'Gabo' construyó un imaginario, del cual él era parte también. El personaje central de todas las novelas es él. Sus libros son devorados en todos los idiomas y a pesar de no ser religioso, hizo de su literatura y de su vida una religión".
Littín también contó que debido a sus años y a las complicaciones de salud en sus últimos años, tuvo que evitar la exposición pública. "Después de enfrentarse a operaciones y al cáncer, se fue cuidando y reservando cada vez más para su familia y su círculo más íntimo... 'Gabo' estuvo escribiendo hasta el final de su vida".
Finalmente, Littín declaró: "Lo veo ahora sentado en un vagón de tercera clase en un tren amarillo, un ferrocarril de comienzos del siglo XX, camino hacia Aracataca, su Macondo natal, a reunirse con el General Buendía, con todos esos personajes que iluminaron su literatura".
