Más de 500 personas escucharon en Washington una grabación perdida de Neruda

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Autor: Cooperativa.cl

Un recital que el poeta nacional no pudo ofrecer en la sede del BID, por la oposición de anticastristas, pudo ser oído 40 años después en el mismo lugar.

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Hace 40 años un grupo de funcionarios anticastristas le impidió a Pablo Neruda dar un recital en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero el poeta logró hacer escuchar su voz el pasado martes, gracias a una grabación perdida desde entonces.

 

La voz nasal y monótona de Neruda envolvió el auditorio Enrique Iglesias, cuya capacidad de 500 asientos no fue suficiente para albergar a las personas que acudieron a escuchar las palabras de un poeta que conmovió en 1966 y conmueve hasta el día de hoy.

 

El 18 de junio de ese año, Neruda con 61 años, famoso pero no aún Premio Nobel, estaba en Washington para dar un recital en el BID, a invitación de su presidente, el chileno Felipe Herrera, según explicó Félix Angel, director del centro cultural de la institución.

 

Neruda había llegado desde Nueva York tras recibir un homenaje del Pen Club, una asociación de escritores muy prestigiosa, e iba a grabar en Washington para la Biblioteca del Congreso de EE.UU. su poema "Alturas de Macchu Picchu".

 

Para la Biblioteca sí que leyó sus poemas, pero en la sede del BID, entonces localizada en la calle 17, cerca de la Casa Blanca, no llegaron a oírse sus palabras.

 

Leopoldo Castedo, un historiador español que era amigo de Neruda y que le había convencido de que diese el recital, recordó lo ocurrido en una conferencia en 1999.

 

Según Castedo, "algunos funcionarios cubanos organizaron una manifestación con pancartas que pregonaban una provocación comunista, por citar la menos agresiva".

 

Esto se debe a que en ese entonces era el tiempo de la Guerra Fría, habían pasado cinco años desde el fallido intento de invasión de Cuba desde Bahía de Cochinos llevado a cabo por exiliados cubanos entrenados y equipados por EE.UU., y Neruda era comunista.

 

No obstante, Herrera encontró un término medio. "Desafiando el revuelo de sirenas y policías, anunció por altavoz, en las puertas del edificio, que la ceremonia tendría lugar no en el Banco, sino en el Hotel Mayflower", contó Castedo.

 

Ese recital de Neruda, que estaba olvidado en el BID, picó la curiosidad de un colombiano de nombre Angel, que fue en busca de la grabación de aquella sesión. La descubrió hace dos años por casualidad, según confesó, al preguntar a un veterano del banco si se acordaba de aquel acto.

 

"Creo que yo tengo la cinta", le respondió el funcionario, al que no identificó, quien la había recibido de otro empleado del BID. Además, una copia acabó en la fundación Pablo Neruda de Chile, probablemente enviada por Castedo, según Angel.

 

Y así, 40 años más tarde, la voz del autor de "Canto General" y "Odas Elementales" sonó en el lugar donde debía haberlo hecho originalmente.

 

"Es un desagravio a Neruda", dijo Angel. Neruda recitó de nuevo los 15 poemas que escucharon en el Mayflower los funcionarios del BID a los que la política no les cegó los ojos al arte.

 

"Agradezco el silencio de ustedes, que me escuchan", les dijo. Mientras, un montaje de imágenes proyectadas en una pantalla del auditorio recorría los espacios que habitó el poeta en sus casas en Valparaíso, Santiago e Isla Negra, un aporte de la Embajada de Chile.

 

Neruda decidió comenzar con dos de sus poemas de amor "Porque vi tanta juventud en esta sala", como dice en la grabación. Entonó "Me gusta cuando callas porque estás como ausente", de uno de sus "Veinte poemas de amor y una canción desesperada", un libro con el que aprendieron a enamorarse miles de adolescentes.

 

Y luego, humilde pero seguro, recitó: "Puedo escribir los versos más tristes esta noche", y al oír estas palabras la audiencia de 1966 suspiró y murmulló, emocionada, como cuando se escucha el principio de la canción favorita en un concierto.

 

Cuarenta años más tarde también se encogieron los corazones y se humedecieron los ojos. (EFE)

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