Nelson Avila aplaudió el altruismo de Leonardo Farkas, ahora en materia cultural

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Autor: Cooperativa.cl

El senador relató cómo el empresario se interesó en el memorial para Pablo Neruda.

Según dijo, la obra inscribirá a Chile en los "circuitos turísticos a nivel universal".

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El senador Nelson Avila alabó el interés de Leonardo Farkas en materia cultural, en alusión a la contribución de más de 200 millones de pesos para el memorial destinado a Pablo Neruda, el que se emplazará en el litoral central.

El parlamentario, uno de los gestores del proyecto que se viene trabajando desde hace unos cinco años, señaló que la iniciativa era muy costosa pero que afortunadamente el propio Farkas se motivó a colaborar.

"Por circunstancias se nos cruzó milagrosamente Leonardo Farkas a raíz de una declaración que yo hice en el sentido de señalar que a mí me parecía que Leonardo Farkas es como el 'Pepe Grillo' de los millonarios vernáculos por cuanto les golpea constantemente su conciencia a raíz de su generosidad que él encarna y este desprendimiento que le conocemos, cuestión poco habitual en los hombres de dinero chilenos, que por lo general tienen sus bolsillos repletos de caimanes y cocodrilos feroces", indicó a Una Nueva Mañana.

Según dijo, Farkas "tuvo el interés el conversar conmigo. Le dí a conocer en que consistía este proyecto y como su nombre podría quedar inmortalizado en la contribución de un memorial que se iba a inscribir en los circuitos turísticos a nivel universal y que sería objeto de verdaderas peregrinaciones en el futuro".

"Le manifesté que iban a ser muy pocos los chilenos que iban a tener el prestigio de figurar junto a una obra de esta naturaleza, que por lo demás el hace justicia a un símbolo de nuestra patria", precisó.

El senador indicó que el empresario, "como él se define es un chileno como los porotos pero él ha tenido una experiencia muy formativa en una visión y valores completamente ajenos a nuestra idiosincrasia, entonces irrumpe en el medio nuestro con unas excentricidades que por supuesto llaman la atención pero en el fondo esta persona está motivada por un sentimiento de generosidad y de desprendimiento que yo diría, heredó de sus padres y abuelos que forjaron una fortuna en Chile".

A la hora de indagar sobre las motivaciones de Farkas, Avila afirma que el empresario "está muy lejano a las ambiciones políticas propiamente tales, pero es un hombre que disfruta de ese encanto especial que se rodean las personas generosas que hacen el bien sin esperar una retribución".

 

La obra que se edificará en el litoral central

Con los recursos aportados por el filántropo y empresario Farkas se materializará la construcción del memorial, cuyo proyecto se gestó en septiembre pasado con la exhibición a la Presidenta Michelle Bachelet por parte del comité ejecutivo del concurso internacional de escultura Cantalao, Pablo Neruda.

El nombre fue tomado por Neruda del pueblo donde transcurre la trama de la única novela que escribió, "El habitante y su esperanza".

El proyecto de Cantalao nació y tomó forma en 1971, cuando Neruda obtuvo el Premio Nobel de Literatura: un pueblo con callecitas y casas destinadas a poetas y artistas con talento, pero sin recursos para concretar sus obras o para quienes necesitaran la soledad de un paisaje maravilloso para inspirarse.

Neruda eligió el lugar. Un agreste paraje cercano a Isla Negra, frente al océano Pacífico, con roquedales recónditos y una cueva de piratas que responde a lo mejor de la imaginación del poeta, que creía que en ella había tesoros escondidos por corsarios.

En sus orígenes, contó con el apoyo entusiasta del gobierno de entonces, presidido por Salvador Allende, en el que numerosos artistas, incluido el propio Neruda, que fue embajador en Francia, ocupaban cargos que les permitieron poner en marcha las obras, hasta que el golpe militar de 1973 frustró la iniciativa.

La ilusión reapareció en 1991, cuando el tema central de la Bienal de Arquitectura fue precisamente Cantalao. Los ganadores, Hugo Molina y Gloria Barros, diseñaron un pueblo con bosques y una trinchera muy especial, cuyo trayecto forma la palabra "palabra".

Quienes caminaran por la "palabra" irían encontrando en cada recoveco los poemas de Neruda escritos en los muros, y al final, el "Muelle de la espera", un edificio que se adentra en el océano y en cuyo interior habría una sala de convenciones, un gran acuario y una impresionante vista al mar, recuerda, nostálgico, Hugo Molina.

Según Nelson Avila, esta obra supone una gran gesta para la cultura chilena, en alusión  a la roca gigante de más de cinco metros con una ventana al medio de tres por tres, que se va a emplazar en Cantalao, el lugar que adquirió Pablo Neruda y que ahora pertenece a la Fundación del mismo nombre.

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