Volodia Teitelboim: "No endiosemos a Neruda"
El escritor y ex dirigente comunista participó en un seminario que la Casa de América de Madrid organiza en conmemoración de los cien años del natalicio del premio Nóbel.
El escritor y ex dirigente comunista participó en un seminario que la Casa de América de Madrid organiza en conmemoración de los cien años del natalicio del premio Nóbel.
El escritor Volodia Teitelboim afirmó este martes que Pablo Neruda, aunque "murió en días sombríos", sigue vivo "hablando y caminando en otras vidas". En la apertura del seminario que analizará en la Casa de América de Madrid "la huella de cien años" dejada por el poeta, el ex dirigente comunista pidió que "no endiosemos a Neruda, no lo convirtamos en una estatua muda".
"Su poesía sigue hablando al hombre que desafía con éxito al tiempo en estos momentos", señaló el biógrafo del poeta, del que fue gran amigo.
Durante su intervención, hizo un recorrido por las "Estaciones de una vida", la del poeta nacido en 1904 que murió el 23 de septiembre de 1973, abatido por el 11 de septiembre que ese año acabó con la vida del ex presidente chileno Salvador Allende.
En presencia del también poeta chileno Gonzalo Rojas, a punto de recibir -el próximo día 23- el Premio Cervantes, el embajador de ese país en España, Enrique Krauss, el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Angel Gabilondo, y la directora de la Casa de América, Asunción Ansorena, inauguraron este martes este seminario conmemorativo.
A lo largo de esta semana participarán en el mismo los más destacados especialistas en la vida y obra de Pablo Neruda, premio Nobel de Literatura 1971.
Los catedráticos Alain Sicard (Francia), Giuseppe Bellini (Italia) y Federico Schopf (Chile) junto con Trinidad Barrera, Jaime Concha, Teodosio Fernández, Selena Miralles y Jose Carlos Rovira o Luis Iñigo Madrigal, de la Universidad de Ginebra, participan en este análisis de las huellas de un siglo de Neruda.
En el marco de este seminario, patrocinado por las fundaciones Pablo Neruda, Endesa y Wellington, junto con la Universidad Autónoma de Madrid y la Casa de América, se incluyen una exposición fotográfica de Myriam Duchens, con algunas "vivencias esenciales" de Neruda, y dos proyecciones fílmicas: "Ardiente paciencia" (Chile 1983), de Antonio Skármeta, y "El cartero" (1994).
En su intervención, Teitelboim se congratuló de que Neruda pueda volver ahora a Madrid, "a una España que no es la de Franco", y recordó al poeta que creyó en la fabulación infinita y removió en "vertical" las entrañas humanas, "tarea que nos ha dejado para continuar y que es interminable".
En su recorrido por "las estaciones" de la vida del poeta, el autor de su principal biografía, "Neruda" (1984), partió del "alumbramiento trágico" que lo colocó en el mundo entre la vida y la muerte, "marcando tal vez su cuerpo con la falla minuciosa de la escritura".
"Así -destacó- Neruda fue un hombre simple y complicado, un plebeyo al que el don de la poética salvó de la derrota".
Evocó su soledad asiática en Rangún (Birmania), "cuando escribía a Rafael Alberti y soñaba con venir a España", su decisiva estancia en este país "que cambió su poesía y su vida", su llegada a México "cuyas grandes pirámides le descubrieron la fuerza" en un viaje que culmina en Machu Pichu, hasta su última estación vital de muchos ramales y el "Canto General".
El embajador chileno, por su parte, señaló, en la inauguración del seminario, que este homenaje, que se repite en muchas ciudades del mundo, es también un homenaje a la poesía, la cual ayudados por Pablo Neruda "nos ha permitido enamorarnos, valorar la libertad y amar la naturaleza en las horas inevitables".
Recordó que Neruda no sólo pertenece a los chilenos o a los latinoamericanos, sino a toda la humanidad, "pues a todos nos ha hecho amar, despreciar o luchar con el conjuro de sus palabras" y esa será -afirmó- su huella indestructible. (EFE)