Acceder al monumento inca será más caro, y las autoridades peruanas implementarán restricciones horarias y establecerán cupos de visitas.
El acceso al santuario inca de Machu Picchu, una de las nuevas siete maravillas del mundo, será más caro y se establecerán horarios y cupos de entrada, anunció la directora del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Perú, Cecilia Bákula.
"Las reglas del juego van a cambiar porque (Machu Picchu) es un legado que tenemos que entregar a las siguientes generaciones", manifestó Bákula en un encuentro con la prensa extranjera en Lima.
La autoridad se pone en el escenario de que habrá una "avalancha turística".
Adelantó que la semana próxima los organismos encargados de su protección comenzarán a definir el futuro panorama de acceso a la ciudad perdida de los incas, que calificó como "icono de la arqueología americana".
Actualmente, un promedio de 2.500 visitantes llegan a diario a Machu Picchu.
En el caso de los extranjeros deben cancelar 38 dólares por concepto de entrada; entre 75 y 110 dólares por el pasaje de tren que los traslada de la ciudad de Cusco a Aguas Calientes y otros 12 dólares (optativos) para abordar el autobús que hace el último tramo hasta el santuario.
Bákula matizó que los cambios no se producirán de un día para otro porque "la gente ya tiene sus paquetes comprados" y "el turismo es un cliente que tenemos que conquistar constantemente".
Al explicar el nuevo modelo de acceso a Machu Picchu puso como ejemplo el caso de la Alhambra de Granada, al sur de España, donde recordó "el turista tiene que lograr con antelación un cupo" que debe solicitarlo hasta con un año de antelación.
Sobre el estado de conservación de la fortaleza y la presión a la que podría someterse por el impacto turístico, la directora del INC dejó claro que la Unesco ha determinado que Machu Picchu es un monumento que no tiene problemas de sostenibilidad.
Explicó que "el problema que envuelve a Machu Picchu son los accesos, el manejo de la gente que puede subir, el problema de las zonas circundantes como el puente de Carrilluchayoc y Aguas Calientes".
Bákula se refirió a la reciente construcción del citado puente levantado a 15 kilómetros de la ciudadela de forma ilegal, a iniciativa de las autoridades de la zona, así como al pequeño pueblo que acoge los pies de Machu Picchu, donde se concentran sin orden decenas de hoteles, restaurantes y mercados.
También cuestionó la eventual construcción de un helipuerto en las inmediaciones del santuario porque, a su juicio, "impacta visualmente y también en el ámbito de la naturaleza".
Recordó que Machu Picchu fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983 con la doble categoría de Cultural y Natural, título que sólo ostentan 23 sitios en el mundo, al estar ubicado en una reserva que alberga una gran riqueza de fauna y flora.
"Una zona frágil que debe ser protegida", matizó Bákula al referirse al entorno donde los incas construyeron su emblemático santuario que estuvo oculto en las estribaciones de la selva hasta principios del siglo XX.
Preguntada sobre las piezas arqueológicas que el descubridor de Machu Picchu, el estadounidense Hiram Bingham, entregó a la Universidad de Yale, comentó que las negociaciones para su devolución van por buen camino.
"Lo primero es que (Yale) ha reconocido la propiedad del Perú sobre la totalidad de los bienes retirados de Machu Picchu", comentó al concluir que se trata de un total de 3.000 objetos. (EFE)
