A partir de este sábado, los habitantes de distintas ciudades acuden a las ruinas de construcciones aztecas o mayas para celebrar el equinoccio tal como se hacía en tiempos precolombinos.
Miles de mexicanos programaron celebraciones para recibir la primavera con una monumental parranda en la plaza central capitalina y visitas a ruinas indígenas, donde, según la tradición, se obtiene por esta época una nueva energía solar.
El municipio de Ciudad de México organizó un gran concierto musical con motivo del equinoccio de primavera, que se lleva a cabo en el Zócalo, la emblemática y gigantesca plaza central, y se prolongará hasta el 27 de marzo.
Fuentes de la alcaldía señalaron que en el "Gran concierto de primavera" actuarán decenas de artistas mexicanos, entre ellos Armando Manzanero, Celso Piña, Belinda y Eugenia León.
"Se trata de que los capitalinos puedan celebrar la llegada de la primavera con un aire nuevo y optimista y disfrutar de los diversos ritmos musicales", dijo a la prensa un funcionario de la Secretaría de Cultura municipal.
La alcaldía también organizó diversos actos culturales en el centro y en diversos barrios de la ciudad, para celebrar la llegada de la primavera, a partir de mañana, domingo.
Las autoridades policiales redoblaron la vigilancia en el centro histórico y otros sitios de la populosa Ciudad de México para garantizar la celebración en paz del concierto y las peregrinaciones religiosas con motivo de la Semana Santa, señaló la Secretaría de Seguridad Pública.
Miles de capitalinos y habitantes de otras ciudades mexicanas también salen hacia diversas regiones arqueológicas y templos indígenas para "cargarse" de energía solar al iniciarse la primavera.
Los asistentes a las ruinas indígenas pretenden seguir la tradición de los antiguos habitantes de México, quienes adoraban a sus dioses en lugares altos al iniciarse el equinoccio de primavera, para celebrar que el sol "renacía lleno de energía", según los estudiosos de la cultura y el misticismo de los aztecas y mayas.
Los mexicanos se empezaban a congregar por cientos en las zonas arqueológicas de Teotihuacan (cerca de Ciudad de México), Chichén Itzá (en Yucatán, este) y Xochicalco (en el central estado de Morelos), para obtener "vibraciones positivas" y "saludar el inicio de un nuevo amanecer", de acuerdo con las tradiciones.
Quienes se congregan en la actualidad en los sitios prehispánicos suelen "ambientar" la ceremonia de recibimiento de la primavera con incienso, música de los caracoles de mar y canciones indígenas. (EFE)
