Representantes que asistieron a la cumbre de ministros del ramo respaldaron de forma unánime el borrador de la Unesco para un Tratado de Protección de la Diversidad Cultural.
La cumbre mundial de ministros de Cultura, que concluyó este lunes en Madrid, apoyó la adopción en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de una convención sobre la protección de la diversidad cultural, considerada como un factor de pluralismo, democracia y crecimiento sostenible.
Al término de la reunión, a la que acudieron representantes de 72 países, la titular española del ramo, Carmen Calvo, informó en rueda de prensa de que los asistentes dieron su respaldo "unánime" al borrador del Tratado de Protección de la Diversidad Cultural, que la Unesco votará en octubre en París.
Calvo -convocante del encuentro junto a sus colegas de Brasil, Gilberto Gil; y Francia, Renaud Donnedieu de Vabres- señaló que los participantes adhirieron al citado borrador en los términos redactados en la reunión de expertos del pasado 3 de junio en la capital francesa.
En él se reivindica la diversidad cultural "como factor de pluralismo, de democracia, de cohesión social y empleo, de crecimiento sostenible, de identidad de las sociedades y los individuos, y de diálogo", al tiempo que se pide la adopción de garantías para "frenar la homogeneización y la estandarización actual, que puede suponer la quiebra del equilibrio entre culturas".
"Estamos convencidos de que ha llegado el momento de trabajar más por la cultura en los foros internacionales, de poner toda la carne en el asador para dar pasos más sólidos ", dijo Calvo, a quien acompañaba Gil.
Destacó que en la reunión de Madrid, que comenzó el sábado y en la que hubo ausencias significativas como las de Japón, China o Australia, se llegó a un acuerdo unánime sin necesidad de votar y "todos han firmado la Declaración", la cual ahora se trasladará a otros países a fin de lograr que se adhiera al futuro tratado el mayor número de Estados.
"Somos muchos los que pensamos que el siglo XXI es el siglo de los equilibrios y las armonías, en el que la cultura debe convertirse en un factor de desarrollo humano y de reequilibrio", señaló.
"Todas las culturas son iguales y ninguna se puede convertir en eje hegemónico de nada", dijo Calvo, para quien los Estados deben definir políticas públicas sobre esta materia y los bienes culturales deben ser tratados de forma específica.
A su juicio, este encuentro fue un éxito tanto por la asistencia registrada desde países de América, Europa, Africa y Asia como por el alto rango de las representaciones, casi 50 ministros.
Consideró también un éxito el que los representantes políticos hayan reaccionado en apoyo de la Unesco y de las reuniones de sus expertos con enorme celeridad, sólo unos días después del encuentro de principios de mes en el que los técnicos de 130 países adoptaron el borrador que ha de servir de base para la adopción del tratado.
El ministro brasileño de Cultura, por su parte, destacó la importancia de estar en esta convocatoria "histórica", que habla del rol que Brasil puede desempeñar en Sudamérica y en muchos países africanos "y de nuestro deseo de estar más presentes en los flujos internacionales".
Para Gil, "la cuestión de la diversidad cultural es una de las manifestaciones más importantes de la actualidad desde el punto de vista político y filosófico, un nuevo modo de concebir la cooperación y las culturas, que son todas iguales, necesarias y parte del patrimonio mundial".
Por otra parte, Calvo explicó que en la reunión de París sólo hubo diferencias de matices en los casos de Estados Unidos, Australia, Israel y Japón, "pero nos queda de aquí a octubre para trabajar", y se mostró confiada en un mayor acercamiento con estos países "cediendo todos algo".
Al respecto, Gil dijo que "no es ninguna guerra que haya que ganar, al contrario, el concepto de la diversidad cultural llega justo para que nos coloquemos por encima de conceptos como guerra e incomprensión y para que trabajemos por la posibilidad de avanzar y de que también los económicamente pequeños, pero tan grandes en el
biopoder de su gente y su presencia humana, cuenten cada vez más".
Una vez concluida la reunión de Madrid, los ministros iberoamericanos de Cultura viajarán a la ciudad sureña de Córdoba para debatir el lunes y el martes distintas propuestas que serán elevadas a la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno de octubre en Salamanca. (EFE)
