El paisaje que crean las plantas de las que se extrae la tradicional bebida mexicana y las antiguas instalaciones industriales donde se produce fue declarado por la Unesco como zonas de legado cultural.
La región mexicana en la que se produce el tequila fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La zona, 34.658 hectáreas entre el pie del Volcán Tequila y el profundo cañón del Río Grande, entró a formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial junto a otros parajes del mundo por decisión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que celebra en Vilna (Lituania) su reunión anual esta semana.
La Unesco incluyó concretamente en la lista el "paisaje de agaves", las plantas similares a los cactus que son empleadas en la producción del tequila, y "las antiguas instalaciones industriales de Tequila", precisó en un comunicado.
La organización destacó los "vastos paisajes de agaves azules, modelados por la cultura de esta planta, utilizada desde el siglo XVI para producir tequila y desde hace al menos 2.000 años para fabricar bebidas fermentadas y textiles".
"Actualmente, la cultura del agave está considerada como un elemento intrínseco de la identidad nacional mexicana", subrayó la Unesco.
La zona inscrita "incluye campos de agaves, destilerías, fabricas (en actividad o abandonadas), tabernas, ciudades y los sitios arqueológicos de Teuchitlán", según la Unesco.
"Refleja, por una parte, el mestizaje cultural entre los procesos de fermentación prehispánicos y la destilación europea, y, por otra parte, los estilos arquitectónicos autóctonos y españoles", añadió.
La zona de denominación de origen del tequila abarca los Estados de Jalisco, Guanajuato y Nayarit, que forman parte del paisaje que actualmente cuenta con cerca de 240.000 millones de plantas de agave sembradas.
La Unesco apuntó que los sitios arqueológicos de la cultura Teuchitlán, integrados en el espacio incluido en la lista, "han modelado de zona de Tequila entre los siglos II y IX de nuestra era, principalmente a través de la creación de sistemas de riego agrícolas, viviendas, templos, túmulos funerarios y terrenos de juego con balón".
El archipiélago colombiano de Malpelo, en el Pacífico.
El santuario de los pandas gigantes de Sicuani, China.
La villa fortificada de Arar, Etiopía.
Los monumentos megalíticos de Gambia y Senegal.
El arte rupestre de Chongoni, Malawi; y de Kondoa, Tanzania.
Los edificios industriales del siglo XIX de Aapravasi Ghat, Mauricio.
Asimismo, el archipiélago finlandés de Kvarken se añadió a la Alta Costa sueca, un lugar ya inscrito en 2000. (EFE)
