Sudafricana Semenya ganó el oro en 800 metros a la espera del test de feminidad

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Autor: Cooperativa.cl

La cuestionada atleta venció con comodidad en la final del Mundial de Berlín 2009.

Alemania recuperó el oro en el disco y Jamaica terminó con el reinado estadounidense en 100 vallas.

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La sudafricana Caster Semenya se proclamó campeona del mundo de 800 metros a la espera de que se conozcan los resultados del test de feminidad a que está siendo sometida por la IAAF y la Federación de su país.

Semenya, tras un día de mucha controversia por dicho examen, salió sin complejos y logró una victoria más que autoritaria, con un magnífico tiempo de 1'55"45, el mejor del mundo este año y a menos de un segundo de la plusmarca universal de la checa Jarmila Kratochvilova.

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Caster Semenya, la cuestionada atleta sudafricana. (Foto: EFE)

Prueba de la increíble superioridad de la sudafricana, de sólo 18 años, fueron los más de dos segundos que sacó a las otras dos integrantes del podio, la keniana Janeth Jepkosgei Busienei (1'57"90), defensora del título, y la británica Jennifer Meadows (1'57"93).

 

Alemania recuperó el oro en disco

Robert Harting, apoyado por la masa vociferante de los aficionados, devolvió a Alemania el título mundial del lanzamiento del disco ocho años después, arrebatando en el último tiro el triunfo al polaco Piotr Malachowski, que había dominado casi todo el concurso con un dedo roto.

Subcampeón mundial hace dos años en Osaka y cuarto en la final olímpica de Beijing, Harting lanzó el disco a 69,43 metros y Malachowski, que cerraba la competición, no pudo mejorar los 69,15 de su quinto intento. El favorito, el estonio Gerd Kanter, encontró consuelo en la medalla de bronce con 66,88.

 

Jamaica rompió un reinado

La jamaicana Brigitte Foster-Hylton se coronó campeona mundial de los 100 metros vallas, con lo que terminó con el reinado de Estados Unidos, que había ganado todos los títulos desde Sevilla 1999.

Foster-Hylton, plata en París 2003 y bronce en Helsinki 2005, consiguió por fin, a los 34 años, una corona universal y entregó a su país un nuevo oro. De paso heredó la corona de Michelle Perry, campeona en las dos ediciones precedentes.

La caribeña fue la más fuerte sin discusión de la final, que se adjudicó con un crono de 12"51, tres centésimas menos que la fornida canadiense Priscilla Lopes-Schliep, bronce en Beijing, y cerró el podio otra jamaicana, Deloreen Ennis-London, plata en Helsinki y bronce en Osaka, con 12"55.

 

Oro para Bahrein

Yusuf Saad Kamel, nacido Gregory Konchellah e hijo de Billy, campeón mundial de 800 hace 22 años en Roma, sorprendió a todos los favoritos en la final de 1.500 metros y dio a Bahrein su primera medalla en el Mundial de Berlín.

Más abierta que nunca en ausencia de otro bahrainí, Rashid Ramzi, campeón en Helsinki 2005, Kamel sentenció la contienda con un esprint sostenido de 150 metros que le condujo vencedor a la meta en 3'35"93, por delante del etíope Deresse Mekonnen, que había hecho todo el desgaste en el primer mil, y del defensor del título, el estadounidense Bernard Lagat.

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