El número uno español venció en tres sets a su símil checo.
Radek Stepanek y Nicolás Almagro disputarán el decisivo quinto punto.
David Ferrer (5°) jugó un partido perfecto y venció al número uno checo Tomas Berdych (6°) por 6-2, 6-3 y 7-5, para poner el 2-2 en la final de la Copa Davis entre República Checa y España que se disputa en el O2 Arena de Praga.
Ferrer dejó así el suspenso para el último partido que deben disputar Nicolás Almagro (11°) y Radek Stepanek (37°), si no hay cambios en el último momento.
Luciendo un murciélago, el símbolo de su club Valencia, en la parte superior izquierda de su pantalón, Ferrer dio una magnífica demostración de fuerza mental y de gran concentración para aniquilar a Berdych en dos horas y 25 minutos infligiendo al checo la derrota más humillante en casa de toda su carrera.
El local había ganado hasta este domingo 22 partidos individuales en esta competición y había perdido 11. En casa tenía un balance de 12-5, había perdido con el español Feliciano López (2004), el estadounidense Andy Roddick (2007), el suizo Roger Federer (2007), el argentino Juan Martín del Potro (2009) y el kazajo Andrei Goluvev (2011).
Del Potro había sido el jugador que más duro se había mostrado contra Berdych en casa, al ganarle por 6-4, 6-4 y 6-4, pero esa victoria quedó minimizada con la gran exhibición de Ferrer, que Ivan Lendl, Jan Kodes, Tomas Smid y Pavel Slozil, los ganadores de 1980, aplaudieron deportivamente.
El hispano empezó como una bala colocándose con un parcial de 3-0, jugando de forma impecable sin ceder un solo punto con su saque y colocando dos servicios directos. El de Javea pudo incluso ampliar su ventaja a 5-1 de haber confirmado dos puntos de quiebre que dispuso, pero en realidad le daba lo mismo. Tuvo luego la solvencia para salvar tres oportunidades de romper y confirmar el parcial a la segunda oportunidad en 45 minutos.
El segundo set fue calcado al primero, con quiebre inicial de Ferrer en el segundo juego, y otra sensacional exhibición al servicio, porque el ibérico no cedió ni un solo punto de rotura en todo este parcial y concedió únicamente cinco puntos con el saque. Berdych lo intentó, usó toda su fuerza, se amparó en los gritos de sus aficionados, pero nada funcionó ante el mejor hombre en la pista este domingo.
Un break en el tercer juego puso por delante al español de nuevo en el tercer set, y aunque luego Berdych logró al fin quebrarle a las dos horas y ocho minutos (4-4), el de Javea tuvo los arrestos de robárselo a continuación (6-5) y rematar esta descomunal faena con su servicio después a la primera oportunidad, cuando el checo mandó una derecha a la red.
