El senador de Renovación Nacional Alberto Espina apuntó a la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Lorena Fries, al referirse a las responsabilidades detrás de la violencia en el fútbol, a propósito de los incidentes que se registraron el jueves en el Estadio Fiscal de Talca en el partido entre Rangers y la Universidad de Chile.
"Carabineros tiene todas las facultades: el estadio es el único lugar en Chile donde pueden hacer control de identidad, pero si hacen algo aparece la directora del Instituto de Derechos Humanos (Lorena Fries) para cuestionarlos", afirmó el parlamentario en declaraciones al diario La Segunda.
"Es paradójico que los uniformados huyan, porque si agreden a un barrista los van a culpar de ejercer violencia y sufrirán bullying en las redes sociales", continuó el legislador apuntando a las imágenes captadas por la televisión en las que se ve a los policías abandonar el sector de los incidentes al ser atacados con las butacas del recinto.
Contrastando su crítica a Lorena Fries, Alberto Espina exculpó al jefe del Plan Estadio Seguro, José Roa, de quien hoy la UDI pidió la renuncia.
"Estadio Seguro ha sido un muy buen programa al que no se le puede exigir cosas de las que son responsables el intendente, el gobernador, la policía y los clubes. Se equivocan quienes hacen responsable a José Roa", aseguró el senador, desmarcándose de otros parlamentarios de su sector.
El senador Espina impulsa por estos días la campaña "Juntos contra la delincuencia". (Foto: UNO)
Ésta no es la primera vez que Espina -quien está impulsando por estos días una agenda antidelincuencia- critica a Lorena Fries. En abril pasado surgió una polémica entre el INDH y Carabineros luego de que, en un texto elaborado por el organismo para ser distribuido entre escolares de séptimo básico a cuarto medio, se denunciara el actuar "abusivo" de la institución uniformada durante las manifestaciones sociales de 2011, específicamente las detenciones injustificadas.
En relación con esta polémica, Espina afirmó que Fries "tiene un doble estándar que no le permite hacer bien su trabajo. (...) Cuando quemaron al matrimonio Luchsinger-Mackay ella se demoró semanas en siquiera señalar que eso consistía en una violación a los derechos humanos".
