El técnico cruzado analizó las tres caídas y evadió el tema de los desafectados.
"Ni siquiera he conversado con ellos (Muñoz y Ríos)", afirmó.
Salas compareció ante los medios tras el duelo con La Calera
Pese al revitalizador triunfo conseguido ante Unión La Calera, el técnico de Universidad Católica, Mario Salas, reconoció que las caídas a manos de Libertad, Cobreloa y Unión Española, respectivamente, y el episodio que terminó con la desafección de José Luis Muñoz y Michael Ríos, han hecho que estos sean los días "más difíciles" desde su arribo al elenco cruzado.
"Han sido los días más difíciles, no solamente por un tema futbolístico, por las derrotas; hay que manejar un camarín, hay un tema psicoemocional", sostuvo el adiestrador.
Asimismo, Salas, que fue consultado en reiteradas ocasiones por la situación de Muñoz y Ríos, indicó: "No me voy a referir a ese tema hasta que la Comisión de Disciplina investigue los antecedentes y de alguna forma pueda dilucidar todo esto que pasó. Yo sé que para ustedes -la prensa- no es muy importante hablar de fútbol, que es más importante esto".
"No voy a emitir ningún juicio en cuanto a lo que pasó ayer en la concentración... Ni siquiera he conversado con ellos", continuó, añadiendo que "lo ideal sería -que ambos valores se reintegraran al plantel- lo antes posible".
Por último, Salas destacó que su equipo ganó porque estuvo "mucho más concentrado en lo que sucedía en el campo de juego, que se sacrificó mucho y que tuvo la voluntad de ir adelante en todo momento".
"El resultado nos deja muy optimistas, muy confiados, y esperando poder revertir la llave frente a Cobreloa, que es nuestra máxima intención", remató.
