El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que el riesgo de aplazar y eventualmente no aprobar la llamada "modernización tributaria" propuesta por el Gobierno es que "se puede generar una desaceleración que podemos evitar".
En entrevista con La Segunda, el secretario de Estado aseguró que si no se legisla en esta materia se trataría de un "autogol" que podría provocar que el escenario económico retroceda al crecimiento anterior, que alcanzaba "apenas un 1,5 por ciento".
El ministro indicó que actualmente se vive en el país un círculo virtuoso, donde el crecimiento progresivo está mejorando la posición fiscal, "porque hay más recaudación, y una mejor posición fiscal da señales positivas a los inversionistas".
"Hay que consolidar los buenos resultados, para eso necesitamos reformas clave, y el proyecto tributario es el más importante para que Chile pueda sostener el crecimiento y mejorar el crecimiento potencial. En este escenario externo más complejo se hace todavía más patente la necesidad de la modernización tributaria", puntualizó.
"Esto no es un gallito"
Sobre la venidera discusión en el Congreso, con una oposición que exige que el Ejecutivo ceda en distintos aspectos para que la reforma prospere, Larraín señaló que "en una negociación todos tienen que mostrar flexibilidad, no sólo el Gobierno. Esto no es un gallito".
Respecto a la reintegración del sistema, medida criticada por ese mismo sector por su eventual beneficio a las personas más ricas, Larraín volvió a refutar la posibilidad explicando que sólo unos 200 millones de dólares se repartirían entre quienes presentan la tasa del 35 por ciento.
"En el fondo, hay que ir despostando al animal para entenderlo. Decir que el 1 por ciento más rico del país se lleva los 800 millones de dólares es falso", precisó.
Sin embargo, el ministro evalúa la posibilidad de incluir nuevos impuestos -ante parlamentarios de oposición que los piden por la reducción de los gravámenes actuales-, pero "no puedo aceptar como principio que la recaudación a partir de impuestos existentes no vale".
Si bien pidió prudencia a los empresarios que exigen que se apruebe pronto la reforma ingresada en agosto, Larraín dijo esperar que en marzo se voten tanto este proyecto como el de pensiones.
