En más de un 80% han disminuido las ventas de entradas para conciertos en Francia, luego de los atentados que quitaron la vida a 89 personas el pasado 13 de noviembre en el Teatro Bataclán de París, cuando se presentaba el grupo Eagles of Death Metal.
Tras ese brusco descenso y la cancelación de numerosos shows en las últimas dos semanas, la industria musical pide al gobierno galo una ayuda de 50 millones de euros (unos 38 mil millones de pesos chilenos) para enfrentar la emergencia, tal como publicó en un comunicado Prodiss, la Unión Nacional de Productores, Distribuidores y Teatros gala.
Según la asociación, la economía de la música en vivo fue "directamente afectada por esta tragedia nacional y el sector necesita el apoyo de todos los jugadores de nuestro ecosistema, incluyendo a las autoridades públicas", informó el medio británco NME.
La Ministra de Cultura francesa, Fleur Pellerin, ya ha prometido fondos estatales por cuatro millones de euros para ayudar a solucionar los problemas de la industria, aunque los productores acusan que se trata de una cantidad insuficiente.
"El colchón para absorber la crisis no existe. Por eso es necesario tranquilizar al sector incrementando la cantidad (del fondo de emergencia)". Prodiss añadió que los 50 millones de euros serían usados para "cubrir la implementación de nuevas medidas de seguridad y para lidiar con la baja en la venta de tickets".
Los productores han llamado también a la industria a donar un porcentaje de cada entrada vendida durante el mes de diciembre a un fondo de ayuda para los sobrevivientes y las familias de las víctimas de los ataques perpretados por el Estado Islámico.