Mujer aseguró haber sido acosada por integrantes de Red Hot Chili Peppers
Julie Farman describió la incómoda situación que enfrentó con dos de los músicos.
Su testimonio es consecuencia de otras denuncias en la industria de la música.
Julie Farman describió la incómoda situación que enfrentó con dos de los músicos.
Su testimonio es consecuencia de otras denuncias en la industria de la música.
Una mujer vinculada a la industria de la música aseguró que a principios de los noventas fue acosada por dos integrantes de la banda californiana Red Hot Chili Peppers, algo que no tuvo el valor para revelar durante años, hasta ahora que decidió describir la incómoda situación que experimentó a través de una publicación en su blog personal.
Julie Farman, quien se encontraba trabajando para Epic Records en ese entonces, narró cómo conoció al grupo hace 25 años, sosteniendo que "el incidente fue alrededor de un tres, en una escala de uno a 10 en torno al acoso sexual que existía en el mundo de la música en los 80s y 90s".
La denunciante cuenta, en su entrada titulada "Blood, Sugar, Sex, Dickheads", en clara referencia a uno de los discos más alabados de la banda, que ya había escuchado cómo los artistas trataban a las mujeres, cuando su sello comenzó a tantear terreno para representarlos, después de que la banda renunciara a EMI. A pesar de que en una primera instancia se negó a tener una reunión con ellos, luego la convencieron de que lo hiciera.
Fue así que durante el encuentro ella discutió con los músicos sobre estrategias, campañas mediáticas y la imagen de la banda. Luego llevó a dos de los músicos, que no identifica, hasta una sala de almacenamiento, para mostrarles algunos box sets y discos.
"Mientras mirabamos dentro de un gabinete, ellos se presionaron contra mí y me hablaron de todas las formas en que podíamos hacer un sandwich super sexy", describió Farman.
Algo que complementó indicando que "primero, pensé que estaban bromeando. Cuando me di cuenta de que no, corrí desde la sala hasta mi oficina, donde cerré la puerta, me senté en mi escritorio y lloré".
"Fui humillada y extrañamente avergonzada, además sentí vergüenza de tener esa sensación. Había cosas peores sucediendo sucediendo en la industria musical en esos tiempos, y yo que pensaba que había sido ruda. Ser una víctima no encajaba con mi auto-percepción", añadió la antigua ejecutiva de Epic Records.
"¡Váyanse a la mierda!"
Minutos después de lo acontecido, Farman cuenta que llegó el manager de la banda para disculparse por el incidente, dándole una disculpa que parecía "memorizada".
Tras ello, decidió "superar" el problema, ya que en el rubro de la música era como algo agregado para las mujeres. Que, además, muchas mujeres enfrentaron situaciones similares, pero jamás hablaban del tema y tampoco le hacía frente.
"Estábamos avergonzadas o asustadas, nunca pensamos que nos creerían, que seríamos culpadas o, peor, que nos culparíamos nosotras mismas. No queríamos ser percibidas como como débiles y pensamos que, para llegar a tener éxito, teníamos que soportarlo", complementó.
Julie Farman indicó que se motivó a publicar la historia porque se dio cuenta de que sólo se la había contado a dos amigas cercanas, y también después de que la integrante de la banda Dirty Projectors Amber Coffman denunció la conducta inapropiada que tuvo con ella el promotor musical, Heathcliff Berru. Tal denuncia condujo a que otras mujeres, como Bethany Cosentino de Best Coast y Yasmine Kittles de Tearist, revelaran también cómo Berru las había acosado. Kittles incluso presentó una querella por acoso contra el publicista.
Desde entonces, Berru renunció al puesto de director ejecutivo de la firma Life or Death PR and Management e ingresó a un programa rehabilitación por abuso de drogas.
Según Julie Farman, su publicación "tiene que ver con decirle váyanse a la mierda a los Chili Peppers y a la cultura misógina de la industria musical que le impidió contar esto en 1991".