Queen + Adam Lambert entregaron cátedra de rock en Chile

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Autor: Cooperativa.cl

20 mil personas llegaron hasta la Pista Atlética del Estadio Nacional para presenciar el espectáculo.

Dos horas y media de show confirmaron la vigencia de la emblemática banda.

Queen + Adam Lambert entregaron cátedra de rock en Chile
 Fénix

Adam Lambert junto a Brian May en escena.

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Si alguien dijera que hubo un respiro en el show que ofreció Queen + Adam Lambert la noche de este miércoles en la Pista Atlética del Estadio Nacional, simplemente estaría mintiendo.

Sólo minutos pasadas las 21:00 horas, un rock que se echa de menos en las radios y en la escena musical actual se apoderó del recinto ñuñoíno. Fuera luces, telón arriba y los músicos al ruedo de un espectáculo que se extendió por dos horas y media.

"One Vision" dio el punto de partida a un puñado de éxitos interminables. Uno tras otro, la banda bombardeó al público con las creaciones inmortales que los hicieron famosos, aunque también hicieron guiños a los más fanáticos con "39" y "A Kind of Magic".

La calidad musical de Brian May en la guitarra fue indudable, no por nada se dio el lujo de acaparar la atención en múltiples oportunidades, con solos que le otorgaron el protagonismo por varios minutos. Armado con su instrumento, se puso a prueba en velocidad, melodías y diversos sonidos que fueron disfrutados atentamente por el público. No ha perdido su tan característico estilo.

Y Roger Taylor en la batería sigue a prueba de balas. Incluso, a pesar de que se vio apoyado por su hijo Rufus en varios pasajes de la presentación, sobre todo en las canciones que requerían de una técnica más rápida. Pero eso poco importó a los fanáticos. El joven Taylor se lució, por ejemplo en canciones como "Tie Your Mother Down"; pero tampoco buscaba opacar a su padre.

Histriónico y carismático

El que sin duda estaba a prueba aquí era el estadounidense Adam Lambert. El participante "American Idol" que en 2009 conquistó a May y Taylor; y que desde 2012 gira por distintos lugares del mundo junto a los británicos.

Llegó por primera vez al país de la mano de Queen, después de que la banda en la oportunidad anterior viniera acompañada Paul Rodgers. Sin embargo, evidenció por qué tiene un espacio en el escenario junto a los precursores del rock de estadio: un estilo particular que no busca imitar a Freddie Mercury y que se vale por sí mismo para imprimirle un estilo propio a las eternas canciones que desfilaron en el concierto.

"Tengo que decir 'muchas gracias' por dejarme estar aquí y cantar esta noche. Pero realmente no sabría como hacer nada de esta música si no fuera por el gran y único Freddie Mercury. Así que esta noche celebraremos a Freddie. Sí que lo haremos", manifestó el ahora vocalista.

Así, Lambert histriónico y carismático, se dio el lujo de tirarse en un sofá instalado en medio del escenario, abanico dorado en mano, para interpretar "Killer Queen" como todo un divo. Canción que más tarde concluyó como todo un rockstar: empinando una botella de champaña y luego arrojando con la boca algo del líquido al público, que para esas alturas ya le celebraba cada una de sus muecas.

Con chaquetas de cuero, hipnóticos trajes formales, corona y hasta un poncho desfiló Lambert por el escenario, un espacio del que se adueñó logrando una actuación que terminó por conquistar a los asistentes.

Intimo

Pero no sólo Lambert fue el encargado de la voz. Tras su desaparición del escenario, Brian May avanzó hasta la mitad de la pasarela emplazada en medio de la cancha VIP, guitarra acústica en mano, para iniciar una íntima versión junto al público de "Love of my Life", que tuvo como broche de oro a Freddie Mercury en las pantallas haciendo las últimas líricas de la canción.

Comulgando con la modernidad y superándola, May hasta se hizo un autoretrato con los fanáticos. Pero no fue una simple fotografía, sino que tenía su propio batón para selfies estereoscópico, según el mismo explicó, capturando imagen y sonido para la posteridad. También hizo referencias -en español- al observatorio Paranal, valorando el hecho de que en Chile trabajen los mejores astrónomos del mundo. Algo que vive desde cerca, ya que entre sus profesiones cuenta la de astrofísico.

Y luego, fue el turno de Roger Taylor que cantó "A kind of Magic". Para inmediatamente después iniciar un duelo de batería desde la pasarela, enfrentándose a su hijo que tocaba el mismo instrumento desde el escenario principal.

Transversal y multicultural

El retorno de Lambert no fue menos espectacular, sacó a relucir su potencial vocal con "Under Pressure" y "I want to break free". Le siguieron una espectacular versión de "Tie your mother Down" y pegadita "Don't stop me now" junto a "Radio Gaga".

"Bohemian Rhapsody" llegó antes del bis, con Mercury cerrándola a medias de la mano del también actor y modelo.

Todo fue presenciado por alrededor de 20 mil personas, según informó la productora. Un público transversal en cuanto a edad y multicultural. Niños de 5 a 10 años se podían ver sobre los hombros de sus padres, quienes no dejaban de cantar. Así como también estuvieron representantes de México -que vinieron exclusivamente a ver el show-, además de otros de Brasil y Perú, con sus banderas al viento y en primera fila, sin separarse de las rejas.

El final del show, y por cierto de la gira sudamericana "Don't Stop Them Now", era inevitable a eso de las 23:30 horas. Así como también eran obvias las posibilidades que cerrarían el espectáculo y, claro, aparecieron las infaltables: "We Will Rock You" y "We are the Champions".

El concierto en la Pista Atlética fue la más evidente prueba de que Queen, junto a Adam Lambert, ha expandido su presencia en los oídos de generaciones posteriores a su época de oro, así como también que no tienen fronteras que contengan a sus seguidores.

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