El Ministerio de Antigüedades del país de oriente medio aconsejó que "investiguen con precisión".
Autoridades egipcias intervinieron en el debate al criticar severamente a Netflix y el no haber elegido a una actriz blanca para interpretar a la faraona Cleopatra en una nueva producción.
El último capítulo de la docuserie de Netflix de investigación sobre las mujeres más influyentes de la historia, 'Reinas de África', gira en torno a la figura de la reina más joven de Egipto, con la actriz Adele James como la intérprete.
Tal elección escandalizó al Ministerio de Antigüedades del país de oriente medio, al afirmar que Cleopatra era de "piel blanca y características helenísticas".
"La aparición de la protagonista con estos rasgos representa una falsificación de la historia egipcia y una flagrante falacia histórica, sobre todo porque la serie está clasificada como documental", señaló la cartera en un comunicado.
Por este mismo motivo, el secretario del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri, sugirió a la producción de la serie que "investiguen con precisión y se basen en hechos históricos y científicos para garantizar que la historia de las civilizaciones no sea falsificada".
La semana pasada, la directora del documental, Tina Gharayi, contestó a los reporches: "Es más probable que Cleopatra se pareciera a Adele (actriz reclutada) que a Elizabeth Taylor", contraatacó al mencionar cuando en 1963 la estadounidense encarnó a la faraona.
