La actriz de 36 años contó que le preguntan "cuanto cuestan los servicios del bombero ardiente".
Agregó que "ya terminó lo más matapasiones, que era la depilación".
La performance de Campos detonó una serie de positivos comentarios en las redes sociales.
La actriz María José Prieto analizó el exitoso debut de su esposo Cristián Campos con el rol del stripper "Coto", en el episodio de este domingo de la teleserie nocturna "Las Vega's".
La performance de Campos, además de alcanzar un peak de 31 puntos de rating online, detonó una serie de positivos comentarios en las redes sociales, transformándose en trending topic a minutos de haber quedado desnudo en el escenario del local perteneciente a las protagonistas.
"Me maté de la risa, encontré que está bien hecho porque tiene mucho humor. No es matapasiones, pensé que me podía dar bastante mono. Podría haber caído en lo patético, pero no, todo lo contrario", manifestó la actriz de 36 años a La Segunda.
Según detalló entre risas, ahora "las mujeres me preguntan qué le doy a Cristián para darle lo mismo a sus maridos. Y cuanto cuestan los servicios del bombero ardiente. ¡Se las mandó anoche! Y con desfachatez".
Aunque no se complica la vida por las bromas que le hacen. "Antes era más celosa, ahora se me ha quitado bastante. No me queda otra viendo la reacción de las chiquillas". Al mismo tiempo, celebro la conclusión de la parte más complicada del papel de su marido: "ya terminó lo más matapasiones, que era la depilación. Era bastante raro tener un marido con las piernas tan suaves. Lo prefiero peludito".
Y demostrando su orgullo, también lanzó que "estoy de acuerdo con este peak que ha tenido y con esa vuelta de galán, porque pienso que ahora está mucho mejor que cuando joven. Cuando hacía teleseries, yo era más chica y no lo encontraba tan atractivo como otras mujeres. La mano puede que haga la diferencia".
Por su parte, Cristián Campos, quien continúa celebrando los auspiciosos resultados de la teleserie, manifestó que "es muy gratificante el mensaje que se les manda a los cincuentones. Es una forma de decir que hay vida y sexo después de los 50. No hay por qué esconderse cuando uno se saca la camisa. No hay que dejarse estar".
