La tasa de contagio de ébola entre el personal sanitario de Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona ha sido entre 21 y 32 veces mayor que en el resto de la población adulta y la mortalidad del 75 por ciento, reveló este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
815 sanitarios murieron en los tres países, con más de la mitad de muertes que correspondieron a enfermeras y enfermeros, mientras que el 12 por ciento fueron médicos y estudiantes de medicina.
Se incluye en el recuento a personal de limpieza y de seguridad, y chóferes de ambulancias, categorías entre las que también se contaron numerosas víctimas.
En momentos en que se disipan las esperanzas de poner fin rápidamente a la epidemia en Guinea Conakry y Sierra Leona, tras un sorpresivo incremento de casos la semana pasada, la Organización presentó hoy su primera evaluación sobre el impacto de la epidemia en los sistemas de salud de los tres países.
"Los efectos del ébola entre el personal sanitario ha sido catastrófico", resumió el director del Departamento de Servicios y Seguridad de la OMS, Ed Kelley.
"La epidemia no ha terminado"
La epidemia del ébola estalló hace catorce meses y desde entonces los tres países afrontaron problemas para pagar los salarios del personal sanitario, un problema que incluso ahora sigue sin resolverse por completo, reconoció un responsable de la oficina regional para África de la OMS, Delanyo Dovlo.
"Entendemos que todavía hay algunos problemas, retrasos y algo como dos vías (de pago) en esta situación de emergencia, con pagos a algunos trabajadores fuera del sistema regular", explicó.
Liberia fue declarada libre de ébola el pasado día 9 y algunos expertos creían que Guinea Conakry y Sierra Leona podían seguirle en septiembre, pero el reciente repunte de casos les ha llevado a desplazar sus previsiones hasta algún momento en otoño (entre octubre y diciembre).
"Es peligroso hablar de plazos, puede haber sorpresas como el reciente aumento de casos, lo importante es no abandonar a estos países", dijo el director de sistemas de salud de la OMS, Ruediger Krech.
"La epidemia no ha terminado y tenemos tres preocupaciones: llegar a cero casos, reabrir los establecimientos de salud y, a medio plazo, fortalecer los sistemas sanitarios para que puedan afrontar futuras emergencias", señaló.
OMS: Se necesita un sistema resistente
La OMS ha encontrado que al menos 28 países -la mayoría en África- tienen sistema sanitarios tan vulnerables como los de Guinea Conakry, Libera o Sierra Leona.
"No podemos permitir que existan sistemas tan frágiles en un mundo globalizado, en el que han dejado de existir las enfermedades distantes porque lo que pasa en Guinea Conakry puede repercutir en Estados Unidos o Alemania", observó.
Un sistema sanitario "resistente" debe ser capaz de absorber el impacto de amenazas de salud, desastres naturales y crisis financieras para que el tejido social y económico no sea diezmado, como ha ocurrido en los tres países de la epidemia del ébola.
El requerimiento mínimo para ello es que cada comunidad rural cuente con al menos un centro de salud con una partera formada y un trabajador calificado para detectar enfermedades comunes, con pruebas de diagnóstico y medicamentos esenciales.
En la lucha contra el ébola el diagnóstico se ha convertido en un elemento clave, pues al producir síntomas similares al cólera se le sigue confundido con éste.
Aunque la industria ha producido ya pruebas de diagnóstico rápido para el virus del Ébola, éstos todavía no pueden ser utilizados en Sierra Leona o Guinea Conakry porque no están listos para hacerlo, reconoció Kelley.