Scilingo negó cargos por "vuelos de la muerte"

Adolfo Scilingo, ex marino argentino, negó haber arrojado al mar a 30 personas en dos "vuelos de la muerte", durante el último régimen militar en Argentina (1976-1983), tal cual lo había admitido en España, ante el juez Baltasar Garzón, a finales de 1997.

Scilingo argumentó que se había inculpado en sus declaraciones para que se investigara lo que sucedió durante la dictadura argentino. Así lo sostuvo en la segunda jornada del juicio al que es sometido por la Justicia española, por delitos de genocidio, terrorismo y torturas.

Scilingo afirmó que las confesiones a Garzón fueron inventadas, basadas en cosas que leyó en su momento en la prensa y en afirmaciones a las que lo indujeron sus abogados.

"En todo este tiempo dije un millón de disparates para que se investigara, pero nada de eso se investigó", dijo Scilingo ante el juzgado presidido por Fernado García Nicolás. "Como imputado puedo decir cualquier cosa y la Justicia lo va a investigar", añadió.

Durante la fecha en que ocurrió uno de los "vuelos de la muerte" Scilingo aseguró que estaba de baja por enfermedad, y de vacaciones, cuando ocurrió el otro.

"Me fui a Bahía Blanca con mi familia, así de simple, cuando llegue la prueba, asunto terminado", sostuvo.

Lejos de la actitud de semiconsciente que mostró el viernes 14 de enero, aparentemente debido a la huelga de hambre que mantiene desde el 12 de diciembre de 2004, Scilingo se comportó con bastante energía, declarando por cerca de más de cuatro horas, donde expresó que era imposible que hubiera participado en los dos "vuelos de la muerte" de los que está acusado.

"Yo no puedo probar nada, es más, lo más grave es que todo el mundo lo va a negar, el único que va decir la verdad es mi jefe, el capitán Guillermo Vallal; él va a decir que jamás estuve en el grupo operativo", declaró Scilingo.

El jueves 20 de enero comenzarán a declarar los cerca de 100 testigos en el caso por lo que se espera que el juicio concluya a partir de la segunda mitad de febrero.

Scilingo puede ser juzgado en España tras una decisión de la Justicia de ese país, que dictaminó, en 1998, su incumbencia para juzgar a personas acusadas de cometer delitos de lesa humanidad, como genocidio, sin importar el territorio en que hayan ocurrido los hechos y la nacionalidad del acusado.

Organizaciones de derechos humanos calculan que unas 30.000 personas fueron asesinadas en Argentina, durante el último gobierno militar. (Agencias)