Obliga a bancos y casas de cambio a pedir autorización al Fisco para concretar operaciones.
La medida es criticada por dirigentes opositores.
El Gobierno argentino puso este lunes en vigor la resolución que obliga a bancos y casas de cambio a pedir autorización al Fisco para concretar operaciones cambiarias, pese a las críticas que desata la medida en la oposición.
La resolución, publicada en el Boletín Oficial, se puso en marcha en medio de una seguidilla de medidas de la administración de Cristina Fernández para frenar la fuga de capitales y las presiones alcistas sobre el precio del dólar.
"Nosotros venimos trabajando en una serie de cuestiones que tienen que ver con el combate al lavado de dinero, a la economía informal, a la economía en negro", sostuvo este lunes el ministro argentino de Economía, Amado Boudou, a la radio La Red.
El representante gubernamental afirmó, además, que la nueva resolución apunta a "conocer el origen" de los fondos utilizados para la compra y aseguró que quien tiene todo en regla "no debe preocuparse".
Críticas opositoras
La medida desató varias críticas entre dirigentes de la oposición, entre ellos el ex presidente del Banco Central y diputado de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay, antiguo funcionario de la banca Morgan y del Fondo Monetario Internacional, quien opinó que la resolución "aumenta el deseo" por el dólar, cuando "el problema de fondo es la inflación".
"Lo que tiene que hacer el Gobierno es bajar la inflación", que oscila en el "25 por ciento" anual, coincidió el diputado de la Propuesta Republicana (PRO) Federico Pinedo, para quien la nueva medida es "un disparate".
Según Claudio Lozano, legislador de la fuerza de centroizquierda Proyecto Sur, los verdaderos problemas que ocasionan la fuga de capitales son "la inflación en dólares, el déficit de inversión y la crisis financiera internacional".
