Los centros de votación para las elecciones presidenciales en Argentina abrieron sus puertas la mañana de este domingo en medio de un amplio operativo de seguridad. Los poco más de 25,4 millones de ciudadanos habilitados para votar deberán optar entre 18 candidatos para elegir al presidente del país para los próximos cuatro años.
El Gobierno dispuso que 82.500 soldados y policías custodien los 11.468 centros de votación distribuidos en todo el país y movilizó a otras fuerzas policiales en las principales ciudades en prevención de posibles incidentes. Los centros de votación cerrarán a las 18.00 hora local (21.00 GMT) y durante las primeras tres horas del escrutinio los medios periodísticos no podrán difundir encuestas a boca de urna, ni otros datos que no provengan del centro oficial de cómputos. Las sondeos pronostican que ninguno de los 18 postulantes alcanzará el mínimo de sufragios para consagrarse este domingo presidente de Argentina, por lo que la puja se dirimirá, probablemente, entre los dos más votados en una segunda vuelta el próximo 18 de mayo. El peronista Carlos Menem, quien gobernó Argentina entre 1989 y 1999 y aspira a un tercer mandato, se sitúa al frente de las encuestas de intención de voto, pero con no más del 22 por ciento de las preferencias. El ex presidente tiene, según los sondeos, una muy leve ventaja sobre su correligionario Néstor Kirchner y el conservador ex ministro de Economía Ricardo López Murphy. También a no más de cinco puntos de diferencia le siguen el fugaz ex presidente del país Adolfo Rodríguez Sáa, también del partido peronista, en el Gobierno, y la diputada nacional Elisa Carrió, de un partido de centro izquierda. Según lo establecido por la Constitución argentina, un candidato se consagra presidente en la primera ronda electoral si obtiene como mínimo el 45 por ciento de los votos válidos emitidos o bien el 40 por ciento con una diferencia de, por lo menos, diez puntos porcentuales sobre el segundo más votado. Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) se encuentra en Argentina para observar el proceso electoral y el escrutinio estará a cargo de la empresa española Indra, de vasta experiencia en comicios en América Latina. (EFE)
