Al acudir a votar en su ciudad natal, Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires, el presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, dijo que este domingo es "un día histórico" con el que se abre el proceso de "recuperación definitiva" del país. El mandatario cumplió con su deber cívico rodeado de una multitud de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.
En las elecciones de este domingo se escoge al que será el sucesor de Duhalde en la presidencia de Argentina y al vicepresidente para el periodo 2003-2007. Duhalde asumió la presidencia en enero de 2002 elegido por el Parlamento para cubrir el vacío de poder dejado a raíz de la renuncia de Fernando de la Rúa en medio de una grave crisis en todos los órdenes. Bajo su mandato la economía ha empezado a repuntar después de más de cuatro años de recesión y ha calmado la conflictividad social. En medio de un tumulto, Duhalde calificó como "una verguenza" los incidentes protagonizados en algunos centros de votación por jóvenes de organizaciones extremistas cuando acudieron determinados candidatos, como el conservador Ricardo López Murphy. Destacó que lo importante es que el país está votando "en paz y tranquilidad" y prometió que se investigará a los protagonistas de las manifestaciones de repudio a los candidatos. El presidente apoya en estas elecciones a su correligionario Néstor Kirchner, uno de los tres candidatos virtualmente empatados en todos los sondeos. Si se confirma lo que dicen las encuestas, ni Kirchner, ni el ex presidente Carlos Menem, que aparece con una leve ventaja, ni López Murphy obtendrán el mínimo respaldo electoral exigido por la ley para proclamarse presidente en primera instancia, que es de más del 45 por ciento de los votos o el 40 por ciento más diez puntos de ventaja sobre el siguiente. Ello obligará a convocar una segunda vuelta para el 18 de mayo. (EFE)
